caída_libre_
Me apretó con su mano la garganta, con la otra me agarraba con fuerza mi pecho; mis bragas en los tobillos y las medias despedazadas en el suelo. No solo el rimmel estaba corrido. El hijo de la gran puta se había corrido dentro, como si con su esperma hubiera secado mi alma y deforestado mi cuerpo. - No alargues más la agonía, cabrón.- le escupí mientras quería meterme su insulsa y torpe lengua en mi boca.- Mátame que es lo que más deseo, antes que mi memoria me martirice en tu asqueroso recuerdo. Caí al suelo al notar un golpe seco en la cabeza. Pensé en tan solo un segundo que había muerto. Salí del trabajo más tarde de lo normal, un problema con un informe me hizo anular la cita semanal con mis chicas; el día intenso y el frío se enredaron como plomizo sobre mi cuerpo, sintiéndome más frágil de lo normal. - ¿Dónde vas, preciosa, tan sola y tan tarde por estas calles?.-...