Verdades como puños



¿Por qué nos cuesta siempre aceptar o decir la verdad?
No estamos preparados para enfrentarnos con la verdad. Para conocerla, reconocerla y además expresarla. Decid siempre la verdad. Ni es fácil, ni adecuado la mayoría de las veces. Y sobre todo que alguien te diga la verdad, como la encajas, probablemente con dolor y rabia sobre la persona sincera.
Reflexionamos sobre la verdad, sobre lo que callamos, sobre las mentiras piadosas que acogemos como parte de nosotros, pero ahora bien, qué pasa por mentir, para hallar la verdad. Nadie está libre de pecado, sobre todo esta injusta sociedad en la que vivimos, en la nos amarramos y sentimos como borregos en la misma dirección.
Por eso amo a Pinocho.. es un ser encantador, que mentía para encontrar una verdad... la verdadera existencia de su ser.
Debemos romper moldes, ser humildes, pero encajar esas verdades que nos atormentan: Hay verdades que desearíamos que fueran mentiras. Hay mentiras piadosas y verdades como puños; también hay mentirosos compulsivos, que necesitan una mentira o rumor para vivir y hay ingenuos y crédulos que habitan en la marea de la luna; Hay mentirijillas y megamentiras; Hay seres y algunas mentiras que quisieran serlo; Hay mentiras colectivas y verdades que quisieran serlo. Todo esto nos rodea, pero seguro que no todos decimos siempre la verdad, esa verdad que habita en un lugar de nuestra alma, esa zona privada, donde no dejamos pasar a nadie, y sirve de carabina para nuestra personalidad. Todos escondemos algo, todos reservamos algo, esa es la esencia de nuestra idiosincrasia.
Verdaderamente decir la verdad, a veces cuesta, pero te libera...
¿Libera también al que la recibe?

Comentarios

  1. Aunque sea en muchisimas ocasiones dolorosa también es liberadora en muchas otras.
    Y siempre que pueda me quedaré con la verdad, es más fácil de recordar

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