Manhattan & Sushi (15): "Malditos Tacones."

- Susa, cariño... Susa... ¿estás bien?.- Chusa me abanicaba con una revista de la sala de espera.
Volví al caos donde nos encontrábamos; al abrir los ojos hallé a mis amigos a mi alrededor observando para saber lo que me pasaba... y empecé a reír como una idiota.
- ¿Qué coño miráis?. Eso, eso, abanícame con el VOGUE, que se note un aire de glamour en esta sala, que estáis amuermados.
- ¿Amuermados, nosotros? ¿con el show que tenemos montado? Mira, seguro que nos contratan para algún programa de la tele, porque no sé lo que puede pasar ya... .- Chusa sin soltar el VOGUE.
- Uy, nena... uy, nena... a que estás preñada como buñuelo de viento.- me limpia la cara Marco de los sudores fríos.
- Calla, siempre pensando en desgracias... se ha mareado de la tensión.- Chusa le aparta.
Me ayudaron a levantarme, bebí agua y me incorporé al desasosiego de mis cómplices a la espera de que me llamaran para donar sangre.
- Creo que no deberías Susa, estás blanca como esa pared... .- me dice Bibi al oído mientras me quitaba el pañuelo anudado al cuello.
- No.
- Susa, joder, llamamos a algún hermano de Lola...
- No.
- No seas cabezona, tía... No te encuentras bien, no quiero que te pase a ti ni al...
- ¿Vamos a ver... ? ¿Qué parte del No, no has entendido? no quiero entrar en la sala de extracción con tu cara pegada en mi mano. Nadie va a impedir que dé la sangre a mi amiga. Y se ha acabado el tema. Tráeme un refresco de cola, a ver si entro en circunstancia.
Gritando a mis amigos:
- Vosotros, despejarme un poco el aire, que necesito respirar. Estoy bien... no os preocupéis. Quiero entrar tranquila a darle el zumito rojo a Lola.
Asintieron como trillizas, Chusa se sentó en su suspiro, mirando al techo, al instante una mueca de dolor...
- ¡Malditos tacones!, me descalzo que al final me saldrán juanetes.- Se quejó masajeándose los pies.



- Joder, qué mierda, tía... Mira como tengo los pies, ¡Malditos tacones!.
Bibi arrojó los tacones debajo de mi butaca vampírica, tumbada, sonreí y le lancé un beso al aire.
Se sentó a mi lado, y con su dedo índice me hacía caricias recorriendo mi brazo entre la vía chupóptera, y mi cabello.
-Sigue, que me encanta... me relaja.
-Susa, estoy orgullosa de ti, y si decides tener al bebé, serás una madre maravillosa.
- Creo que he tomado una decisión, esta sangre que se llevan para Lola, será para mi el principio del fin, Bibi. No quiero tener un hijo, no estoy preparada, ni mucho menos, tener que compartir un padre... sé que sería una madre estupenda, pero no estoy preparada para que me cambie la vida de esa forma. La semana que viene, llama a tu amiga Kika, y concerta una cita... ¿Vendrás conmigo?
- Por supuesto, cariño. Cuando terminemos la llamo, ¿Pero estás segura?, ¿no te arrepentirás de ello?
-Nunca he estado tan segura de tomar una decisión. No quiero, Bibi. Ahora quiero pensar en mi, quiero ser egoísta y empezar una nueva vida...
-¿Pero qué pasará con Angus y Feliciano?
- Que sean felices y que coman perdices, pero les dejaré todo clarito a los dos; Quedaré con María Angustias y Feliciano. Y después finito, después mi vida, Bibi.
Me besó, y con la sensación tan placentera de la conversación y las caricias me quedé dormida.



-Al final del pasillo está la sala de espera, allí le dirán algo.
El taconeo de los zapatos a toda prisa hizo que Chusa se asomara al quicio de la puerta.
- Marco, prepara la artillería que empieza la guerra.
- ¿Pero qué pasa? Tú haciendo amigos, como siempre...
- Viene los tacones malditos de Angus y Feliciano con las manos en los bolsillos.
- Bueno... se va a liar... y Susa indispuesta.
-No se va a liar, me voy a liar yo a repartir hostias a diestro y siniestro, sin entrar a razones.
-Anda, calla, que parece que tienes un cementerio aparte. Hablo y si te necesito, te achucho.
Reímos y nos dimos un beso en los labios, como enemigas íntimas.
- Hola, Chicos, ¿qué tal está Lola?.- pregunta Angus preocupada a Marco.
-Creo que sobras, creo que no te han dado vela en este entierro, ups, perdón en esta sala... .- Mira a Chusa con media sonrisa, por el lapsus cometido.
- Me he enterado por Úrsula, que se lo ha dicho la portera de Lola, porque va a limpiar el bar.
- Creo que ése y tú os podéis marchar.- Categórico.
- Eres muy injusto conmigo, hemos compartido mucho, Marco. Somos amigos...
- ¿Qué? no me hagas reír que se me ha olvidado reirme... Yo no tengo amigas traidoras. Largaos.
- ¿Susa? ¿no ha venido?
-Sí, está donando sangre para Lola, y ahora lárgate... .- le dice Chusa desde la ventana, de espaldas como si tuviera ojos en el cogote.
- ¿Susa? ¿donando sangre?, pero si está embarazada.
- ¡¿Cóoomooo?! ¡¿Queeeé?!.- Chusa y Marco al unísono.
En ese momento, Chusa se agacha y coge su zapato con rabia, y lo lanza con fuerza a la cabeza de Feliciano.
-¡Malditos tacones!.- grita Angus.
Feliciano cae al suelo con el tacón de Chusa clavado en la coronilla.


CONTINUARÁ...

Comentarios

  1. Muy bien por Susa...hay que pensar en uno mismo y estar preparada para afrontar situaciones extremas...y olé por Bibi y sus tacones...jajaja a la yugular pero con el tacón...me encanta!!

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  2. Pues claro que sí, hombre, que hay algunos que van de corderitos y son lobos como pianos...Faltaría más...

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