primer día



Perfecto distingo lo negro del blanco. Nervios. Sentimientos encontrados; por un lado la nostalgia de encontrar una sonrisa y una palabra amiga, por otro sentir la soledad del nuevo. Era yo el nuevo en un edificio de cristales reflectados por un inmenso sol, el acero acondicionaba la majestuosidad del centro. No podía pensar en los treinta y cinco minutos de viaje, ni leer... me sentía pequeñito.
Seguridad. Visita, en mi credencial. 
Me pareció imposible que yo fuera capaz de subir, de escalar hasta arriba. Firma. Enhorabuenas. Etapa cerrada. 
Recordaré, los buenos momentos del leal de Pablo Neruda, de lo que construí y de lo significa, en un momento, trece años... de estos, solo tú, amiga mía, adorarte fue para mi obsesión, pero pronto estaremos juntos de nuevo...
Planta Tercera. Al cruzar el umbral de la puerta miles de pensamientos se arremolinaban en mi mente: "y si no sé hacerlo", "y si me equivoco", "Me da miedo qué pensarán"... 
Cercanía. Sin coartada, me brindan una bienvenida. Besos sinceros, apretón de manos directos, besos de soslayo, besos interrumpidos... Intentaba hacerme un hueco entre carpetas de cartón, grapas, y varios clips desordenados como mi presencia. 
Palabras tranquilizadoras. Descubriendo. Agobios. Estaba ahí, sin poder creerlo. 
Perdí mi fe en mí, dejándola marchar. No comprendía nada y me perdía en el tiempo, sin descuido. Ganas de aprender. 
Y entre esta multitud de sentimientos, el hombre que yo amo... que sin él sería imposible enfrentarme a los nuevos retos. Creer. 
Calcé unas botas de agua para saltar los charcos, felicitaciones por encontrarme allí, mano tendida y derroche de energía. 
A cada paso que daba con sumo cuidado. Mujeres que hablan. Mujeres que entablan mecanismos de falacias. Espacio grande, yo pequeño. Crecía.
El viernes resultó ser una prueba de contacto, retomé mi camino y me di cuenta que sí, que estaba bien... Atravesé mi memoria y "reseteé" sintiéndome aun mejor. 
Allí dejé el edificio que me acogerá a partir de ahora... Paisajes urbanos quedan cerrados en mi retina, mis pies cansados avanzan, cuando al fin entendí, dejé de tener miedo.

Silencio.

Comentarios

Entradas populares