tan solo un segundo...

Querida mía, todas las madrugadas de este 14 de mayo revivo tu marcha, un duermevela inquieto y una presión en el pecho impiden alcanzar ese sueño nuestro que nos une. 
Recuerdo esa hora marcada de ese mayo hinchado en flor, entrando la primavera de ese año sin llamar, llenándome de vacío por momentos, hueco abandonado. 
El olor de tus manos a jazmín de esa crema que te gustaba y que me pedías que te echara. Esa madrugada sentado ante ti y con la cabeza entre tus manos me preguntaba mil y una cosa: ¿por qué? No podía creer que llegaría el final. No puede ser verdad, esta angustiosa calma que parecía que nunca iba a acabar. Solo susurraba: descansa madre, quédate conmigo. Había tanto por hacer aun, tanto por compartir. No podía ser un hasta siempre, me negaba a ello, por eso todavía es difícil aun pensar que ya no estás, es difícil imaginar que no te veré más; fíjate, madre, que a veces siento que tu rostro se borra de mi memoria, me agobia y enseguida despliego todas tus fotos, es entonces donde encuentro la paz.  El tiempo pasa y el hecho de no tenerte continua doliendo y sé que continuará hasta el fin de mis días. Siempre. 

Fuiste tanto para mi, que es imposible dejar de pensar cada segundo de mi existencia, por una imagen, un sonido, un olor, cualquier momento me deriva a ti. Ha pasado ya ocho años y no he dejado de pensar en los sueños que me contabas, pero ya he perdido la inocencia que nació conmigo, daría lo que fuera por tan solo un segundo entender a qué lugar le llamas cielo: mi cielo congelado en ese segundo. 
Si pudiera abrazarte sentirías cuánto te echo de menos, 
Si en tan solo un segundo tuviera un instante de ti,
en tan solo un segundo pudiera rozar tus labios...
Solo en ese segundo escapar y ocupar el hueco de tu abrazo...
El principio y el fin de esa eternidad que abrasa mi alma, aunque reviva cada segundo vivido contigo, tan solo vivir.
Vivir tan solo un segundo, abrir ese momento a ti, contarte todas las cosas que me hacen sentir... 
Ese segundo lo alcanzo a diario con la imaginación y siento mi alma escapar a tu lado. En ese segundo soy feliz y aprendo a vivir mi vida sin ti. Un día más, un año más y por tan solo un segundo, me hace feliz, verte a mi lado, madre.

Te extraño tanto, tanto como mi amor. Te recuerdo y renacen tus abrazos y palabras de aliento, por eso, no entiendo por qué amando tanto, puedo estar tan vacío. 

Tan solo un segundo, me devuelves la calma.

te quiero, siempre.
Má.
    

Comentarios

Entradas populares