Manhattan & Sushi


Manhattan & Sushi
Capítulo I: La vida loca.
Suena el teléfono... corro a su encuentro, no lo encuentro: "maldita sea, me cagoenlaputa", maldigo hasta mi nación entera... no encuentro el puto teléfono.. ¿dónde está?... sigue sonando... Momento de lucidez: "MANOS LIBRES..." - ¿Síii?
- Hola, qué tal?.- una voz al otro lado de la línea me recuerda que hoy es viernes, gracias a Dios. - Aquí estoy trastornada, sin saber que ponerme, casi que me quedo en casa... Estoy agobiada, y encima, el hombre de Cromagnon, de la que estoy enganchada, quiere llevarme a tomar cerveza y unas tapas de morcilla... lo que te digo, Bibi, hasta el coño estoy de estos hombres del cuaternario, más vale, que sea cuaternario en la cama, que me rinde bien porque al primer kiki está roto...
- Jajajajajaja, eres tremenda y un poco puta, haz el favor de ponerte el tanga, un vestido sugerente de esos que te marcan todas las curvas... Qué te miren, y digan, quiero montarme en tu montaña rusa, nena. Me convenció desde su risa; es bueno tener una amiga así, que te diga las verdades, que te diga que vales, que gustas, un hombro donde llorar, y una mano donde posarme.
- Bibi... ¿Dónde vamos? ¿De todas maneras, le digo a Mario que venga?.- le pregunto inocentemente. - NI DE COÑA, GUAPA, ¿¡ESTÁS LOCA!? HOY ES UNA NOCHE PARA NOSOTRAS... vamos a un sitio nuevo, alejado de paletadas y de hombres de pata ibérica... necesitamos hombres cualificados para nosotras, que nos lleven, donde lo único duro que tengan sea la entrepierna... -jajajajajajajaja qué heavy, eres Bibi... pero qué razón tienes... eres lo máximo.
- Oye, ¿qué coño te pasa en la boca, hablas raro, no me jodas, Susa... no estarás...? - Qué estaré, estoy sin manos, no encuentro el puto teléfono, y he puesto la opción manos libres... así puedo al menos hacer más cosas a la vez. - Ya... Eres mujer, y sabes hacer más cosas a la vez... Quedamos Con Chusa, Lola y Marco. En el bar de siempre para la primera. - Vale.., Marco? pero no has dicho que hombres, no? -Sí, pero ya sabes que Marco es inofensivo, tengo yo más de masculina que él, además él nos hará de guía y nos cuida a que ningún plomazo nos suelte las babas en el escote. -Estupendo. A las diez en donde siempre. Mua. -Mua, chaíto. Estuve como loca, absorbida por mi armario, sin saber qué ponerme; si un básico, si uno de tendencia, si ir en bragas y suje... o simplemente un jeans y una blusa blanca, a lo arreglá pero informal. Lo que tenía claro es el tacón al que me iba a subir, tacón de vértigo, color azul petróleo; así podía mirar a mis contrarios de soslayo. Frente al espejo, grito al ver algunas arruguillas de expresión pero como mi amiga Chusa dice "Chocho las arrugas de expresión es un pasaporte a la elegancia... " qué sabia es, Chusa, de todas maneras, me pongo colágeno, contorno de ojos, y una ampolla revitalizante... el pelo suelto, a lo tigresa, y poco maquillaje, paso de ir como una puerta. Cogí un taxi, vamos, que una mujer como yo, no puede viajar en transporte público... al entrar, la primera en la frente: - Joe, señorita, qué bien huele....- me dijo el taxista masticando un chicle o un huevo duro, porque me rebotó el estómago... - Mejor sabré... .- le contesté con indiferencia.
- ¿Dónde la llevo, señorita, aunque yo me perdería con usté donde fuera?.- masticaba nerviosamente un chicle de color verde manzana. - Limítese a llevarme a la calle Montalván, 10... y cierre la boca cuando mastique, ¿no tuvo infancia?
Creo que me pasé con el señor tragaldabas, pero no tenía ganas de aguantar a ningún babas... Lo bueno que saqué del veloz trayecto fue mi ego, se encontraba en la Exosfera, cerca de las auroras boreales... es decir, volaba, física y mentalmente. Pagué y salí del taxi como si de un traje de Yves Saint Laurent se tratara...
Me esperaban en la calle, Marco, Chusa y Lola, Bibi como siempre impuntual... Marco se apresura a mi encuentro, me coge de la mano: -Estás divina... japuta, como te queda el jeans, te hace culo que si fueras tío te lo comería todo... -Jajajajajaja, cómo eres, Marco... fantástico... Nos besamos los labios, con un beso fugaz interrumpido por Chusa: -Quita, maricón, o sólo va a ser para ti... estás linda, linda... Lola es más modesta, y nos dimos un beso de mentira, frotándonos las mejillas. -¿Bibi no ha llegado, aún?.- pregunté ingenuamente... - Anda, guapa, parece mentira, que no la conozcas, llegará tarde... siempre tiene una excusa; la anterior fue que su gato se había caído por la ventana de la cocina, y lo había cogido su vecino de arriba, del que tiene sueños húmedos,.. ese, el casado con una diplomática de la embajada rusa, y del que por lo visto, y según Bibi, tiene un rabo que le llega a la rodilla, porque según Bibi, os recuerdo, lo vio ducharse ya que la ventana de su baño, da con la ventana del baño de Bibi... .- soltó a destajo Marco, haciendo aspavientos con sus manos, soltando pluma, aceite y pétalo de rosa... -Calla, joder... qué pesado eres, te haces unas pelis en tu cabeza, que en vez de tener cerebro tienes semen líquido... .- zanjó Chusa.
CONTINUARÁ...
Capítulo II: Nunca lleves bragas, hagas lo que hagas.

Marco se queda mudo como Belinda. Chusa le ofrece un beso, que desestima con rabia. Decidimos entrar al bar, donde siempre esperamos a Bibi, tomamos unas cervezas para ir entonando el color de la noche... La luz del anochecer entraba cristalina por el gran escaparate del garito, y nos enmarcaba a todos en un ambiente especial. - Os habéis dado cuenta, chicas, del maromo que tiene Susa a su derecha... Dios santo... parece un efebo griego... .-admiró Lola atusándose el pelo. - A ver....- Marco se gira todo embobado.- hostias... a ese le daba yo griego, por delante y por detrás... seguro que es marica, chicas, ese es para mí. - Joder, todos los gays pensáis que todos los hombres son gays, qué complejo tenéis... vale ya... que una no se queda sin catar esta noche... ¿entendido? como espantes a los tíos, te doy una patada en ese culo de gay que tienes... .- Chusa inquietante, borde... - jajajajaja, con ese carácter no te vas a comer un... .- le corrige Marco. - Un qué, dime... yo sin acritud, Marco, pero lo mismo te rompo los piños, y vas a saber lo que no es comer un rabo en mucho tiempo.. -Chicas, haya paz, digo Chicos.. .- sentencia Lola, dando besos a los dos contrincantes. En ese momento apareció Bibi, embutida en un vestido ceñido de color rojo, donde seguramente sus pulmones se pedían permiso para respirar..., subida en unos tacones de aguja de vértigo color, negro azabache... Se paró en lo alto de la escalera del garito, sacó de su diminuto bolso un pintalabios color rojo, se retoca los morros, y desde la altura, nos saluda a lo divine...
- Bueno, bueno, bueno, bueno... .- grita Marco dando palmaditas. - Schsss, calla, a ver lo que nos cuenta ahora, la cabrona....- se queja Chusa. - joder... parece que va de boda, si parece una puerta.- espeto con envidia sana, sanísima. - ¡¡Santo Dios!! ¿dónde se cree qué va?.- suelta al aire Lola. Al acercarse a nosotros.. -Perdonad, Chicas, de verdad, es que... .- la interrumpe Marco. - Esa cara, esa cara la conozco, Tú has follado, cerda, tú has comido rabo, no me engañas... Todas reímos sin parar y Bibi nos besa con entusiasmo a los cuatro. - no podéis creer lo que me ha pasado... .- nos cuenta complice. - Qué has follado como una leona, si casi andas escocía de las piernas... qué sucia eres... jajajajaj jooo me muero de envidia, japuta.- Marco le susurra al oído. - El martes pasado.- cuenta Bibi.- llamé al servicio técnico del aire acondicionado, porque chicas, no os podéis imaginar el calor que hace en casa... y eso que la tengo a oscuras, parezco un vampiro... - Lo eres, nena, porque vienes de chupar, chupar... anda, qué.. además he leído en una revista que chupar relaja, por eso los bebés, maman y se les da el chupete... .- habla Marco con conocimiento de causa.. interrumpido por Chusa: - No sólo los bebés, Marquito, y cierra el pico... prosigue Bibi. - Un gic-tonic con zumito de limón, por favor.- grita Bibi al camarero, que corre a ponérselo. - Llamé y discutí con la teleoperadora, porque me dijo que estaban hasta arriba, y que no podía darme cita hasta finales de mes., la muy zorra, le expresé mi malestar, que en mi casa, se podía freír huevos en las paredes y suelo... me colgó la muy zarrapastrosa... Volví a llamar y me cagué en dios y en todo el Olimpo... se puso la encargada, y muy amablemente me dijo que lo mismo iban hoy. - ¡¡¡¡¡¡¡BINGO, CABRONA!!!!! y te has gratinado al operario.. .- desembuchó Marco. - Jajajajajaja... a eso de las cinco y media, me han llamado al portero automático, yo desnuda en casa... veo por la cámara un tío con gafas de sol, que me parece sugerente.. Todos estábamos atónitos, no nos perdíamos la narración de Bibi por nada del mundo. - Antes de que suba, me pongo una camisola blanca, me suelto el pelo, me enjuago la boca, y espero detrás, como una depredadora, de la mirilla. Movemos la cabeza con media sonrisa ante las palabras de Bibi, Marco, muerde la pajita de su vodka con ansia, imaginándose todo el episodio. - Estoy Seca,... sigo, chicas... suena el timbre de la puerta, abro después de contar hasta 69, mi número mágico, el de la buena suerte. Abro, y ¡Santa Bárbara! un hombre portando una escalera al hombro, de buen ver, pelo cano, cuerpo Activia... me sonríe y me pregunta: "Señora Bibiana, soy el técnico del aire..." le interrumpo y me presento tendiéndole la mano: "Soy Bibi, y el aparato está ahí..." señalando a la habitación. Teníais que ver como le sentaba el vaquero que llevaba, y la camiseta blanca ceñida al torso como segunda piel. Se subió a la escalera, su culo en primera plana... yo cachonda, imaginaos... - Qué cerda, no me lo puedo creer... qué pasó, darling, cuenta, que me muero, me mu-e-ro... ,- le reprochó Marco. -Nada, se me quedó mirando al poto, claro iba sin bragas, ni tanga, ni nada... en casa como iba a estar, sin costuras.. y mira por donde... - Te lo follaste, no?.- suspiró Chusa y Lola a la vez. Yo atónita, dije riendo: - No me esperaba menos de ti, has estado follando hasta ahora, de ahí que llegas cuarenta minutos tarde. - Síiiii, joder, me ha echado dos polvos de escándalo, se ha roto el cabecero de la cama... bueno, bueno... ha sido la hostia. -Quiero detalles, chocho, ¿cómo la tiene?,- pregunta Marco.
- Al segundo polvo.- prosigue, Bibi.- me suelta que está casado y tiene tres hijos... y yo le digo que qué me importa a mi su vida, quería follar, y ya está. ¿no te habrás enamorado, no? le pregunto; él en silencio se viste y se marcha. - ¿Y cómo estás, cielo?.- pregunta Lola...
- Yo de puta madre, me quitó las telarañas, y estoy divina... mirad qué cutis... - Es verdad... me encantas.. por cierto, ¿te arregló el aire?. señalé a modo de pregunta irónica. - No, pero qué importa... mañana vuelvo a llamar.
CONTINUARÁ...
Capítulo III: Nunca te fíes de un hombre que lleve más mechas que tú.
Todas nos reímos, y nos abrazamos en una fusión de amistad. Decidimos tomar algo más en el lugar donde ha sido nuestro cómplice, donde hemos llorado a moco tendido, también el lugar de las confidencias... de las amarguras, mezcladas con humo y sudor; es ese sitio de aspecto rancio por fuera, pero por dentro entrañable, fraternal... sobre todo la dueña, Úrsula, de sus pechos hemos mamado; si hablara tendríamos gabinete de crisis entre nosotras... porque Úrsula vale más por lo que calla que por lo que habla. Úrsula y las gacelas, esos camareros esculturales, sacados de la película de Espartaco, a medio afeitar, de los que laceran la piel en su contacto, y te penetran no solo con la mirada.
Nuestra "Madama" nos invita a unos chupitos de tequila... menos a Lola, que no toma alcohol, y se lo pone de granadina... - Joder, tía, beberte eso tan dulce, que te chupa hasta el alma... tienes valor.- le dice Marco a media sonrisa.
- Prefiero estar cuerda, y con todos los sentidos, por lo que pueda pasar, Maquitos... .- Lola severa. - Sí, hija, sí, eres la alegría de la huerta, eso, de la huerta te llevarás un pepino para cultivarlo en tu cama, con esa filosofía... Intégrate, anda, que eres más seca que la mojama.
- Y tú qué agradable eres,....- se enfada Lola. Seguimos riéndonos, y apurando nuestros chupitos, Marco eleva la voz. -Chicas, venga, vamonos, que nos amuermamos aquí y no puede ser, y yo hoy me he depilado para no tener que irme solo a casa, os recuerdo a todas, que llevo dos meses sin catarlo, como siga así, no voy a saber para que sirve el lubricante, lo voy a echar en la sartén para hacerme la carne a la plancha... Dios! mirad, en la escalera, a las tres. Todas nos giramos como si de una coreografía se tratara, apareció EL HOMBRE, pero pronto Marco, nos desinfló... -Hostia!.. no, no... bueeenooooo, Muy fuerte... - ¿Qué coño te pica ahora?.- le pregunta Chusa. - Ese tío, ese... NUNCA te fíes de un hombre que lleve más mechas que tú.. .- suelta Marco. - ¿por qué? a ver... es un hombre moderno.. .- ingenuamente, Lola. - Lolita... es marica, seguro, la mechada, las cejas hipermegadepiladas... .- corrige Marco. - ya estamos igual, a que te suelto una bofetada... .- interrumpe Chusa. Yo intenté quitar hierro al asunto, y propuse irnos de nuestro lecho materno. - Venga, vamonos, no seáis adolescentes llenas de granos supurados. Nos cogimos de la mano, para hacernos camino entre la gente, nos despedimos de Úrsula con un beso al aire, correspondido. Lola, intentando seducir a EL HOMBRE, se queda descolgada del grupo. Salimos del bar... en la calle...
- Chicas, ¿Lola?.- pregunto. - Se ha quedado hablando con el tipo del polo del lagarto correoso.- responde Marco iniciando polémica. - Bueno, ¿esperamos o nos vamos?.- nos pregunta Bibi, incómoda. - Le damos diez minutos, si no sale, le mandamos sms insultante, y nos largamos.- Chusa sentencia cogiendo el móvil. Mientras esperamos, Marco y Bibi cuchichean como porteras de barrio, Chusa y yo, comentamos el día en la oficina. - Bibi, cabrona, dime por favor, el señor operario... ¿pollita, polla, pollón o rabaco? - jajajajaja.. Marco eres la pera,... a ver, no te voy a decir nada... .- le calla Bibi. - Si no te importa prefiero ser manzana, soy más pasivo.. y a ti te va a entrar un cáncer, por no contarles a tus amigas tus cosas, qué egoísta... hay que compartir, puerca... .- Marco le reprocha a Bibi, dejando la mirada en blanco. En ese momento, suena el teléfono de Chusa... - ¿Sí? Joder, tía, mueve el culo, te estamos esperando... Todos nos quedamos pendiente de la conversación entre Lola y Chusa. - ¿Cómo? ¡Qué te quedas!, Chica, habla más alto, que pareces mi abuela... Chusa asiente y mueve una mano como si tuviera un muñeco de gomaespuma hablando. - De acuerdo..., ala..., a Jartarse a follar. Mañana hablamos. besos. .- cuelga Chusa. Chusa nos cuenta que Lola se queda en el bar nuestro de cada día, con EL HOMBRE, tomando algo que con lo que decida, nos llama y nos busca, o bien comerá caliente esta noche. - Anda, qué... tiene valor y coraje... ese tío la va a joder viva, y no en el entorno físico, sino psíquico... os aviso.- moviendo las manos a modo de coreografía.- ese maromo es maricón de España, Portugal y Tombuctu. Reímos las tres, y paramos a un taxi. Subimos nosotras tres detrás y Marco delante con el chico taxista, que miró a Marco como a un bicho raro. - ¿Qué pasa, nunca has visto a un hombre con tres mujeres al fondo? .- se mofa Marco. - No me importa, nada. ¿Dónde vamos?.- indiferente el taxista. - Guapo, a Castellana, 134.- le dice Marco, posándose sobre la rodilla del taxista. - Pasa de mí, sarasa... . - Qué obvio eres, eso me lo han llamado un millón de veces, cúrrate el insulto mejor, Protozoo, puedes decirme lo que quieras, que me la suda, entiendes, Hombre bifaz... y para que nos bajamos.. Nos quedamos atónitas, del espectáculo bochornoso del taxista y Marco. nos para a mitad de camino, en la carretera, desalmadas, y atacamos a Marco: - Pero eres tonto o qué?.- le digo a Marco enfadada. - Si un día te sueltan una hostia con razón... vas provocando, hijo, lo tuyo es muy fuerte.- le dice Chusa. Bibi, es más prudente y se declina por defender a Marco: - Bueno, vosotras meteos la lengua en el coño, guapas, El pesetas estaba de hostia, Marco tiene parte de culpa, le provocó, pero el otro no le da derecho a insultarle. Marco por momentos adquiere culpabilidad, y nos pide perdón; Nos abrazamos y decidimos coger el autobús que nos dejaba en la puerta de "Urban Wildlife". -¿Veis?, no hay nada mejor como el transporte público, para exhibirte en esa pasarela.- Dice Marco a modo de supermodelo.- Somos unas Working Girls, mujeres de hoy en día, mujeres cosmo, mujeres libres en busca del hombre que nos retire. Gritamos en el autobús, como colegiales. En ese momento, suena el móvil de Chusa. - Chicas, Lola... Schssss...!!! Dime tesoro, estamos en el bus... sí, hija, por culpa de Marco, ya te cuento... Qué te vas a casa con el tipo... sí, sí, no, no, que él se va a por bebida, y te dice que le
esperes en casa, ya, ya, bueno... ten cuidado, llámanos, cualquier cosa, nos llamas, pásalo bien..., folla mucho, hablamos.. ¿vale? Mua, chocho. Hubo un silencio, como si aprobáramos lo que Marco con sus palabras, había premeditado antes en el Bar de Ursu.
Llegamos a la Puerta del nuevo Club. Una alfombra roja nos daba la bienvenida, miles de focos, una pequeña fila india, permitía que entráramos escalonadamente. Marco se queda de piedra: - Amigas, mirad... el tiparraco de Lola. Hijodelagranputa... y mirad con quién va.
EL HOMBRE de Lola, pasó a ser un ser infecto, con menos cerebro que un gusano, acompañaba a un periodista famoso de la tele, de esos periodistas maricones contratados para ser el gay gracioso del programa. - No quiero que me digáis nada... lo importante es Lola... ¿la llamamos?.- nos dijo Marco, preocupado.
CONTINUARÁ....
Capítulo IV: Haz el amor y no la guarra...
Marco hecho una hidra, se fue derechito hacia el tiparraco del lagarto disecado. - ¡Le voy aplastar como a un gusano!. ¡Menudo mariconazo, hijo de la gran puta!. ¡Así se le secara el cerebro y se quedara pegado en el cielo del cráneo, igual que una gominola!.- Gritó como si le hubiesen arrancado el corazón. - Marco, rey, tranquilo... pasa, la mejor hostia es la que no se da... no vayas... nos meteremos en un lío. Vamos a llamar a Lola, y le contamos, ¿sí?.- Bibi, le agarró y le estrechó entre sus brazos. Chusa y yo nos volvimos... pero me susurra en mi oído: "Este cabrón no se va de rositas..." En ese momento, Chusa, toda decidida, se acerca ante el despojo y le suelta una hostia a mano abierta, bien sonora y le dice: - Eres lo más bajo que hay en la faz de la tierra, miserable, gañán... ¿Cómo te atreves a seducir a mi amiga y a dejarla tirada, esperándote en su casa?. ¡Contesta, mierdoso!. En cuestión de dos segundos, agarran de los brazos a Chusa, dos tíos: - Tranquilita, señorita... .- le dicen. - ¡Uy, si yo ya estoy muy relajada, liberé toda la tensión en la cara de ese sujeto!.- ríe Chusa. El tipacarro se agarra la cara colorada como un tomate raff y le espeta a Chusa: - ¡Mal follada!, ¡Todas tus amigas estáis secas!, ¡Amargadas, necesitáis un buen rabo! - ¡Cállate, que te meto otra!, ¡y lo único que te van a introducir esta noche va a ser una sonda nasogástrica, porque te voy a dejar sin esa lengua bífida que tienes, cabrón!.- amenazante Marco, del que tuve que sujetar de nuevo. Bibi llamó a Lola. - Hola, cariño, ¿qué tal? Nosotras en la puerta del Urban, ¿tú?.- le dice dulcemente.- Uhmm, ya... ya... muy bien, tesoro. Pero, hay una cosa que tienes que saber, cariño... No, no, todo bien, tranquila. Mira... eh? El chico con el que has quedado en tu casa, no va ir. NO, no... no me ha llamado... Simplemente, le hemos visto en la cola del Urban, a punto de entrar, Lola. NOO... iba solo, no te preocupes, pero hemos deducido que no creo que vaya a tu casa. ¿Quieres venir? te esperamos, si quieres... ¿De verdad, cariño?, no te quedes sola en casa... ¿quieres que vayamos nosotras y montamos una happy party? Lola, tía, que hay confianza,... te has quedado triste, vamos, dime... dime... No hay que fiarse de los putos hombres... son lo puto peor, menudos cabrones. Venga, no llores, tranquila... qué dices... anda... tú no eres horrible; el horrible es el tipo ese, mejor, él se lo pierde, que le jodan... Dime, Lola, reina... ¿nos plantamos todas en tu casa?
Marco asentía con la cabeza, Chusa y yo preferíamos entrar en el antro de glamour, no nos apetecía ser puesto de urgencia hoy, máxime cuando Bibi no le había contado toda la verdad... era una verdad a medias. - Dile que mañana nos plantamos en su casa, con churros y chocolate caliente, en plan gordas dramáticas... y despellejamos hasta al presidente del gobierno... .- suelto a Bibi para que se lo trasmita.
- Calla, Susa, no seas burra... .- me dice Bibi, tapando el micro del móvil para que no me oiga. Lola prefirió quedarse en casa, ver una peli, y atiborrarse a tarrinas de helado de kilo, hasta quedar exhausta de glucosa en sangre. - Bueno, chicas, no hay que dramatizar; no ha llegado a pasar nada, joder, es que somos la hostia. Ella se ha entregado a un ser ruin, y él la dejó plantada, menos mal que ha sido en la primera cita, que no es cita, y no la dejó plantada en medio del altar, menudo cuadro... porque Lola es de casarse, ¿no?.- desarrolla Chusa, mientras enciende un pitillo mentolado... - Jajajajajaja, sí, seguro... pero ¿Como le notaste, Bibi?.- me intereso. - Bien, como tranquila, se puso a llorar... se tranquilizó y poco más. Vería una peli y... - Comería Helado.. ,- gritamos todos a la vez. - jajajajajaja... Bien, pues mañana todas a casa de Lola, no hay nada mejor, que gabinete de crisis con resaca... lo ideal.- dice Chusa. - Me quedo en el desasosiego, no sé.. creo que me voy a su casa....- Marco nos dice mientras coge el móvil para llamar a Lola. - ¡Ni lo sueñes! Como vayas, va a sospechar, porque sabe que te encanta la tragedia, Marco, y tú no la masticas, la tragas a boca llena.- le contesta Chusa.- por lo tanto te vienes con nosotras y nos cuidas que estamos desalmadas en ese antro, y después de la escena que hemos protagonizado lo mismo no nos dejan entrar. - Cómo qué no... jajajajajaja.. mirad.- les digo señalando al BMW negro. - ¡Coño!, tu jefe, entonces pasamos... jajajajaja.- dice Bibi. Saludo a mi atractivo jefe de recursos humanos y nos invita a todos a entrar con él a la inauguración del Urban Wildlife. - Bueno, bueno... esto es lo más chic que he visto en mi puta vida.- Marco se emociona.- Quiero follarme a los decoradores para agradecerles el buen gusto. Mirad la escalera, la cortina, las luces... pero si parece Nueva York, ¡Qué poderío! - Jajajajajajaja, eres el mejor, Marco.- le besa, Chusa. Nos sentamos en una mesa cerca de la pista de Baile, presidida por una gran bola de cristalitos años ochenta... Chusa intentaba ligar, Bibi y yo criticamos a todo el mundo... y Marco pensativo, seguramente en Lola. Nos volvimos a encontrar con el tiparraco y nuestras miradas le acorralaron que decidió cambiarse de mesa. Pedimos sendas copas, servidas por un camarero del que Marco le hubiera comido hasta los andares. - ¡Cómo está!, seguro que puedo hasta hacer encajes de bolillos con él. En un sólo segundo, Chusa tenía un maromo a su lado. - Hola, me acabo de enamorar, guapa.- le dice en el oído. - ¿Ah sí? ¿de quién? ¿De algunas de mis amigas?.- le contesta Chusa. - No, de ti... me encantas. - Ya, pero yo antes de enamorarme, reviso la mercancía. No sea que mi corazón quede desprovisto de mi mente. - No te entiendo, dime, qué quieres comprobar... estoy dispuesto.- le sonríe. En ese momento, Chusa, le desabrocha los botones de la bragueta con solo dos dedos y los introduce en su paquete, ante la mirada atónita de todas nosotras... manosea ligeramente su
sexo, por lo que el chico aspira una mueca de placer. Al retirar la mano de la entrepierna, Chusa comprueba la mercancía llevándose la mano a su nariz, como un buen sumiller. - Nene... Creo que me acabo de enamorar.
CONTINUARÁ...
Capítulo V: Una es más auténtica
cuanto más se parece a lo que ha soñado
de sí misma.

Chusa se levantó de la mesa ayudada por el chico, que le ofreció su mano para caer entre sus brazos, respaldados con un buen beso largo y profundo. - Bueno, no tengo palabras, chicas... ¿qué os parece? Yo me he quedado muerta, al ver como le metía mano... Chusa tiene doble personalidad, seguro que en la cama es de las que arañan por la espalda.- sentencia Marco.
Nos reímos al ver a Chusa bailar con su nuevo acompañante; la mano de nuestra amiga posada en el culo del maromo, la lengua hasta el cogote, parecían una escultura modernista. - Joder, qué cabrona... si que necesitaba un tío, la verdad. ¡Qué contorsionista, le va a romper las cervicales!.- vuelve a decirnos Marco.
- Anda, envidioso... déjala que disfrute... ya sabes que Chusa tiene como lema: "Mientras tenga buen fondo y buen rabo, yo me enamoro...".- les digo a mis amigos. Reímos sin parar, sin perder ojo al fantástico espectáculo que nos estaban dando los dos. Decidimos echarnos a la pista de baile, ya que nadie se había fijado en nosotras, y bailamos al ritmo de la música de los ochenta... Marco me dice al oído:
- Susa, reina... creo que acaba de entrar Angus, ¿te acuerdas? - Sí, claro que me acuerdo, qué delgada está... y tiene menos pelo, ¿no? - Qué mala eres... si erais culo y mierda, tía... pero entiendo que la mandaras lejos... .- me dice Marco. - ¡Chochos!.- dice Bibi.- acaba de hacer aparición Angus, con todas sus amigas chonis poligoneras... ¡qué delgada!, oye y ¿no tiene menos pelo?. Asentimos como autómatas, mientras bailamos... ni rastro de Chusa. - Chicas, voy al baño... .- les susurro, al oído. - ok, cariño... aquí estamos.- le decimos al unísono. Intento hacerme camino, entre tantísima gente y consigo llegar al baño... un baño, que más que un baño, parece un mausoleo. - joder... esto es maravilloso, yo quiero que me entierren aquí... estos mármoles, esta luz, dios santo... .- Angus comentaba a una amiga suya; en ese momento se gira y me ve.- Coño, Susita... qué alegría verte... tengo tanto que decirte, tengo tantos perdones que darte... Susa, querida... necesito poner en orden mi conciencia, contarte lo que pasó. - Hola, Angus... no creo que sea el momento ni el lugar, hablamos cuando quieras, pero hoy no... estoy con unas amigas, y me apetece pasarlo bien. - Vale, ¿sigues teniendo el mismo número de teléfono?.- me pregunta insistiendo. - Sí, sí... el mismo; te dejo que me meo. Hablamos.- Corto a Angus sin más. Los tres baños de los que podemos optar para miccionar estaban ocupados. En uno de ellos, se oían jadeos, y me resultaban familiares. Uno se queda libre e intento entrar deprisa para saber quien está follando en el baño. Salgo, retocada; pómulos, labios, pelo y rimmel. A Los amantes
del baño no se les oye ya, pero la puerta está cerrada. Espero jugueteando con mi móvil, y veo que tengo dos mensajes: "Susa, estoy solo en el antro... Bibi, hablando con un tipo... ¿Dónde coño estás? ¿te ha engullido el WC?"
El otro mensaje: "Es necesario que hablemos, el destino quiere que así sea. Mañana te llamo y quedamos. Besos, Angus." En ese instante, se abre la puerta del baño, y como de un tsunami se tratara, sale Chusa y el tipo recomponiéndose. Al levantar la mirada, me ve reirme:
- ¡Qué cabrona! has estado escuchando como portera de barrio, no? - Ni de coña, no me interesa tus orgasmos, lo único que he venido a mear y te oído, y claro como gritabas tanto, quería saber si estabas bien, porque, hija, parecía que te habían abierto en canal. - Ves, Susita, una es más auténtica cuando más se parece a lo que ha soñado de si misma... Me mantengo fiel a mis creencias, al buen rabo y al buen fondo.- me dice mientras el tipo le espera. - Chusa, ¿una copa?, ¿o quieres que nos vayamos?.- nos interrumpe su amante. - Nos vamos, ¿no?, mis amigas no lo van a notar, pero yo sí. Me despido y nos encontramos en la puerta.- le dice Chusa besándole. - Se os ve muy compenetrados, por cierto, ¿Cómo se llama?.- me intereso. - Sobre todo penetrados, hija, fantástico... Se llama Ernesto, es lo único malo, que se llama como mi padre... yo le llamo Nesto. - Jajajajajajaja, eres la hostia, Chusa... Vamos, que Marco está solo. - ¿y Bibi? ¿ligoteando? Me quedo mirando a Chusa, llamándola cínica, y terminamos riéndonos y abrazadas como buenas cómplices. Al llegar a la mesa, Marco tenía cara de vinagre, Bibi en la barra charlando con un tipo. - ¿Dónde te has metido? Me he sentido como estar en una fiesta donde nadie te hace caso, solo, ¡hijasdeputa!.- nos reprocha Marco.- Chusa, tú vienes de enrollarte con el tipo al que las metido mano, que yo, todavía no me he repuesto de tu actuación porno-star, hija, qué mano... qué buen criterio. Y dime, ¿tú tienes cara de haber follado, no? - Anda, dame un beso, que me marcho con mi criterio a continuar donde lo había dejado. Sed buenos, mañana os cuento, ¿vale?. Despedirme de Bibi, que por cierto, mirad...- señalándonos con el dedo índice.- no lleva tanga, me lo dijo esta tarde. - Coño, ¿Cómo va a llevar tanga, con ese vestido que parece adherido a su cuerpo como una prótesis? Se le notaría la costura, y ella, sabemos que no es muy de costura. Reímos, nos despedimos de Chusa y nos sentamos en la mesita. Pedimos otra copa, el amable camarero nos trae un platito de Sushi, acompañado de un cuenquito con tamari y de nuestra copa. - Chica, para cuatro ricas que somos, esto es una maravilla... sólo me queda follarme al camarero y sería una noche perfecta. - Marco me he encontrado con Angus en el baño... .-le cuento. - No jodas, y ¿qué te ha dicho la desequilibrada ésta?.- me pregunta mientras maneja sus palillos a la perfección. - Nada que quiere hablar y arreglar las cosas. - Buenoooo... ten cuidado, amiga... Esta tipa no es auténtica, no tiene personalidad, seguro que ya no tiene novio, y por eso vuelve a ser tu amiga, ¿no fue una despedida en toda regla?.- me dice sincero, abriendo mi herida. - Ya Marco, pero sólo en la agonía de despedirnos somos capaces de comprender la profundidad de nuestra amistad.- le digo. - Pero tú no la extrañas, Susa, extrañas a la persona que creías que era. Me abracé a Marco... qué valiosa es la buena amistad. CONTINUARÁ...
Capítulo VI: Universos Amalgamados
Dejamos por el momento el tema Angus para otro día... Y Marco y yo nos marcamos unos bailes, algo bebidos, tambaleábamos como si bailáramos la lambada... Bibi, se nos acerca con la copa en la mano: - Chicos... ¿Estáis bien?
Marco le arrebata la copa a Bibi y se la bebe de un trago; le muestra una sonrisa descarada. - Está claro que no, no estáis bien.- nos agarra del brazo a los dos y nos sienta. - Ya veo que estáis en una exaltación de la amistad... os habéis bebido hasta el agua de los floreros... decidme... yo quiero también esa exaltación. En ese momento, Marco pide tres manhattan, a media voz y entre risas. - Creo que no deberíais beber más, no voy a poder con vosotros... .- nos dice la Bibi más maternal. - Sabes lo que me dijo el último tío con el que estuve en la cama, era perfecto, era ideal, lo quería para el padre de mis chinas, negritos y rusos... .- nos dice Marco triste, borracho, agarrándonos las manos fuerte como si tuviera una contracción de parto. - me dijo... No quiero necesitarte porque no puedo tenerte... veis? No supe que decir... ni qué hacer... - Joder Marco ¿y ahora nos cuentas esto?.- le acaricia Bibi. - Ya... bebo ahora, ahora estoy triste, y es ahora cuando me acuerdo de él.. en mis momentos de bajón... y por un lado soy feliz por tener amigas como vosotras que soportan un gay relleno de drama y tragedia... toda mi vida es de color negro; soy un gay atípico, debería ser rosa, pero soy puro negro... - Anda, anda... .- levanto mi Manhattan y digo: ¡Por el drama, Marquitos! ¡Viva el drama! - ¡Qué viva! ¡Viva Marco y su idiosincrasia!.- medio a tono, Bibi. - Hija, Qué culta... .- se bebe el Manhattan de un trago.- Excepto beber que difícil me resulta todo, Chicas.- Marco llora desconsoladamente. - Venga, hombre... tranquilo, desahógate, cuéntanos qué paso con el tío.- le digo mientras le beso en los labios. - Un cobarde... un casado con tía, ¿eh?.- mete la cabeza entre sus brazos y prosigue.- que cada vez que terminábamos de follar, se separaba de mi, como si fuese un leproso... Llegó a decirme que el maricón era yo, que él no... le interrumpo diciéndole: -¿Pero cómo se te ocurre follarte a un casado? ¡Qué hijodeputa! - Oye, Susita, que yo no voy pidiendo por ahí el estado civil de las personas, claro, que tampoco voy soltando un "te quiero" a diestro y siniestro... Bibi, amor, otra copa... - No, rey, está bien, así... .- le calma Bibi. El camarero acude a nuestra mesa al ver la exhibición que teníamos montada y Marco le dice: - Oye, macizo, ¿tú estás casado?. El camarero con una sonrisa que cautivaba hasta un muerto de días, le dice: - No, pero si me esperas, termino en veinte minutos y te acompaño a casa. No dábamos crédito... La noche parecía una eliminatoria de un concurso; Lola eliminada en primera y castigada sin postre; Chusa estará botando sobre su colchón viscolástico; Ahora Marco, que se iba en veinte minutos con el guapo camarero. Nosotras nada... - Estoy borracho, Chicas... qué vergüenza, yo tan fino, tan ... y esta noche no podré tener una erección... soy lo peor... ¿Compro la pastillita azul? ¿la venderán en la farmacia? Negamos inmediatamente, le acurrucamos y le sacamos a la puerta para que le diera el poco aire respirable en una ciudad en pleno mes de agosto a las cuatro de la mañana. Marco empezó a llorar... y Bibi le soltó una hostia en la cara, diciéndole:
- Pero eres gilipollas o qué, quieres que te vea en este estado lamentable, mira, soy capaz de irme con él, y aunque sea le hago una mamada, que tengo una buena lengua, no solo para criticar, sino también para mamarla... o sea, que levántate, y haz que estemos orgullosas de ti, maricón.. qué mira tú la suerte que tienes...
Yo asentí y puse de pie a mi amigo, le miré, le besé y limpié su rostro de lágrimas. En ese momento apareció el efebo y Marco se recompuso como si nada hubiera pasado. - ¿Qué nos vamos?.- dijo el camarero. - Cuando quieras.- contestó Marco guiñándonos a manera pícara.
Nosotras sin articular palabra le espetamos a modo de mímica:¡Qué mo-rro ti-e-nes! Nos quedamos solas, nos agarramos como Manolas, del brazo, suspirando y abanicándonos con ímpetu. - Susa, ¿Un café completo?.- me dijo Bibi quitándose los zapatos. - Claro que sí, un café completo... le dije sonriendo. Anduvimos un buen rato; Agradecí el silencio de la noche que esperábamos que el destino obedeciera a nuestras esperanzas, ya que es un misterio, puro y absoluto, como el amor.
CONTINUARÁ...
Capítulo VII: Condenadas a Vivir.
Bibi anduvo todo el camino descalza, notando el asfalto caliente no soportaba las sandalias que se había comprado hace dos días en una tienda exclusiva y que nos reímos de lo cara que costaron y de seguro le harían daño: - ¿Ves, Susita,? somos como dos peregrinas, andamos solas en la noche, lo malo que no probaremos el botafumeiro, esa es la pena... .- me dice con media sonrisa.
- Somos humo, querida, esparcimos humo y estamos condenadas a nosotras, a vivir... .- le digo.- ¡qué coño, Bibi, estamos condenadas a Vivir, una a la otra y otra a la una! - Cómo se nota que tienes carrera, cabrona... qué filosófica estás... pero te quiero aún más.- me besa.
Reímos y seguimos en marcha agarradas a lo comadre. El café completo consistía en; un café doble, zumo de naranja, toda clase de bollos, o porras o churros, un desayuno como los dioses mandan... Había sido una noche larga, eran las cinco y media de la mañana, y teníamos que cubrir las carencias de una noche intensa y llena de excitación.
- Dame un cigarro, querida, que es a lo que aspiro ya, en esta madrugada... sólo me queda los viejos sueños, ya no tenemos inocencia, Bibi, este amanecer no me gusta nada... No sé por qué te cuento esto. - toma, anda, y deja de decir gilipolleces... .- me da un cigarrillo mentolado, desde que los fuma Chusa, nos hemos enganchado a ellos, al menos fumamos todas la misma marca.- te voy a dar una hostia así en toda la cara que tienes de pan de hogaza para que espabiles... decir que no te gusta este amanecer...
- Sí, tía, es un amanecer de un angustiosa calma... no sé, Marco se fue con el camarero... - A follar como leones, Susita... .- me interrumpe. - Sí, sí.. Chusa con el maromo tío bueno... - A follar como leones, Susa, hija...
- ya.. ¿pero no te parece algo extraño?.. - Qué coño de extraño, anda... sábado sabadete... ¡polvete! no se te olvide que yo follé esta mañana.. jajajajaja. - Sí, sí lo sé y sigues teniendo el aire roto... pero no sé tengo una corazonada, no sabemos nada de Lola...
- ¡Hostias, Lola!.. es verdad... pero se habrá dormido atiborrada de helado de macadamia, su favorito.- me dice Bibi, quitando importancia. - y luego está Angus, ¿por qué aparece en mi vida cuando ya le había borrado de un plumazo? ¿qué querrá? me dijo que hoy me llamaría y quería hablar conmigo.
Bibi, se paró en seco, se me quedó mirando como si hubiera visto a un fantasma o como si le hubiera dicho que estoy embarazada. - ¡¡¿Qué , qué?!! ¿Qué la loca esa, desequilibrada, quiere volver a tu vida? ¡Qué la jodan! esa quiere algo; vive en una continua adolescencia, con un novio insulso, ya, ya lo sé...
Mi cara iba adquiriendo color blanquecina, y mi cuerpo lo sentía blandengue como si me llevara la no brisa del amanecer de agosto... No podía articular palabra, y el mal rollo se apoderaba de mi en cuestión de unos segundos. - Susa, dime, ¿qué te pasa?.- me coge Bibi, abrazándome.
Al instante de notar el roce de Bibi, me puse a llorar desconsoladamente, con hipos, sería la tensión de la noche, y en mi cabeza giraba Angus, Feliciano, Lola y Marco; esa preocupación me angustiaba. Nos sentamos en un banco, menudo cuadro, Bibi descalza, con los pies negros, yo con los ojos corridos por el rimmel y la blusa blanca que ya parecía gris...
- Joder, me estoy preocupando, tía.. ¿Feliciano? no me jodas, Susa, sigues enamorada de Feliciano, después de irse con Angus... ¿hay algo que debo saber y no me has contado? ¡Susa! ¡coño! ¿a qué te pongo el pie en la cara?.- Bibi con sorna para poder levantarme. - Ya estoy mejor... (entrecortada, hipo)... sí... hay algo que no te he contado... pero necesito un café cargado y dos aspirinas, y algo de dulce para que me rija esta cabeza mía...
Nos levantamos, un barrendero que se encontraba regando la calle, muy amablemente me dejó su manguera y me refresqué la cabeza y Bibi se lavó los pies, frescas como una lechuga, continuamos nuestra ruta hacia el café completo. Caminamos mudas, Bibi, de vez en cuando dirigía su mirada a mi rostro... y me besaba.. yo con la mirada perdida.
- Vamos donde Julián, no, corazón... ahí tienen todos los manjares para el desayuno, además nos tratan muy bien... Este Julián nos mira con deseo pero al menos tiene un buen café qué será lo único que tenga bien... Sonrío ante las palabras de Bibi, y le aprieto bien del brazo, como si se me escapara por un momento el equilibrio.
El sol empezaba asomar, caprichoso, que nos auguraba una día de un calor insoportable. - Buenos días, Julián, ¿nos pones a Susa y a mi dos cafés completos? - ¡Qué madrugadoras son estas chicas! si son las siete menos cuarto... esperáis un poquito a que la máquina del café se caliente... ¿vale? - Bien, no hay problema... dos zumos, ¿no, Susa?.- dirigiéndose a mi y asiento con la cabeza.- Sí, Julián dos zumos. - Susa me acerco al mostrador para ver que hay de comer, ¡Estoy famélica! te digo... .- vuelvo a asentir con la cabeza, triste y agobiada. - ¡A ver! de dulce; los bollos que conocemos... de salado: sandwich fríos y calientes, a ver... ¡ay, qué bueno, hay empanada!.- se dirige a mi.- Susita, amor, ¿qué quieres? - Un sandwich mixto y un trocito pequeño de empanada.- le digo rebuscando en mi bolso alguna aspirina. - ¿Oíste Julián? para mí lo mismo.- le guiña un ojo y vuelve a la mesa. -Este tío cada día está más viejo, y mira la mujer, qué guapa se conserva, debe ser por los vahos de la cocina... si se descubre que es eso, vengo y me pongo a currar de cocinera... .- lo piensa por un momento.- ¡Uy, quita, ni muerta! ¡viviré adherida al botox!.- ríe a carcajadas. le cojo de la mano y empiezo a contarle:
- Bueno... es difícil de contar, porque no he hablado con nadie de esto, ni siquiera con Chusa... Me he puesto así porque has empezado a hablar de Angus y de Feliciano, y sabes que Feliciano, ha estado en mi vida siete años... - Siete años en los que te ha chuleado, Susa, siete años en los que le has abierto las piernas, tu corazón y tu casa... es que no hay derecho.
- Vale, ya sé tu opinión... Cuando Angus vino de Manchester, de terminar el posgrado, sabes que vivíamos Feliciano y yo en mi casa y ella me pidió dormir varios días porque tenía que buscar piso, no quería volver a casa de sus padres... - Pues tenía que haber vuelto, si los tiene sangrados, como tienen pelas, ella no se preocupa de nada... menuda lagartija...
- Para, joder... ¿a todo tienes que dar la puntilla, no?.- le digo un poco enfadada. - claro... esos dos han hecho daño a mi amiga, y yo les odio... ¿es normal, no? ¿o te tengo pedir permiso para odiar a quien me plazca? - No, ya, ya sé... pero me es difícil continuar con el hilo... el caso es que Feliciano y yo estábamos juntos, y Angus se empezó a meter entre nosotros, decidía cosas que nos atenía a nosotros... ya sabes... - ¡Hijadeputa!.- suelta Bibi, aspirando su cigarrillo con rabia. -¡SChsss! lo sé... yo estaba tan cegada con Feliciano, que no pensé lo que podía llegar a pasar en unos días... lo que todas sabéis... se enrollaron y me dejó. Hasta ahí todo lo que sabes, pero es que ahora, he de decirte que llevo follando con él siete meses... - ¡Susa! jajajajaja, ¿Y Mario?.- entre la risa y la incertidumbre. - Me enrollé con Mario por si podía olvidar a Feliciano... Mario es hueco, Bibi... solo le importa el fútbol, comer carne porque no le gusta otra cosa y meterla, hija. tiene buen fondo y buen rabo... - Sí como diría Chusa... ¡Qué les pasa a los hombres! me cago en la puta... ni que nosotras fuéramos un puesto de urgencia de ellos... Nosotras, las mujeres hacemos cualquier cosa por tal de no estar solas... joder, dignidad, Susa,... Julián nos trae los zumos y la comida... - ya mismito el café, guapas....- una sonrisa babosa le cubría el rostro. Asentimos sin mirarle a la cara... - Bibi, quiero a Feliciano, pero ha dejado embarazada a Angus... - ¿Quéeeee? bueno, Susa, lo dejas ya... que le jodan... y a otra cosa mariposa... Ahora sí que no va a dejar a Angus por ti, si está preñada... - Bueno eso no lo sabes, Bibi... .- le suelto, inocente... - Pero tú eres gilipollas o qué, tía... Los tíos no tienen cojones para tomar decisiones, son insulsos, además de Feliciano, puede comerte el coño muy bien, pero no tiene sal, no tiene sangre, tiene horchata... lo único bueno que tiene es su perra, que mueve el rabo agradecida de verte y te babea el zapato... - Qué burra eres, tía... pero llevas razón. ¿qué hago? Debería enrollarme con una mujer, hacerme lesbiana, bollo de crema, felpudo, al menos sabría comprenderme... - Jajajajaja es lo único sensato que has dicho por el momento... Qué alegría darías a Marco.. jajajajaja.- me dice sonriendo.- Ven dame un morreo con lengua, que quiero probar, y que mejor que probar con mi mejor amiga.. no, Susa... - Jajajajajaja, qué cosas tienes... - Te lo digo de veras, ... Bibi se levanta, me coge mi cara llena de churretes y me besa, metiéndome la lengua hasta la campanilla. Julián trae los cafés, y al vernos enrolladas, perdió el equilibro y cayeron al suelo. CONTINUARÁ...
Capítulo VIII: dos cafés, dos polvos,
dos amigas, dos cabalgan juntas, dos
por la carretera...

- Joder, tía... eres la hostia... .- le dije a Bibi, después del beso que me plantó.- me ha gustado, ¿sabes?, pero no sé si sería capaz de follar con una tía. Meterle el dedo, aggrrr, no sé... - Jajajajajaja... seguro que sabríamos follar mejor entre nosotras que tener a un tío.- asentaba Bibi, mientras se metía el sandwich a dos carrillos.- Mi peluquera que es bollo y muy comunicativa, me explicó que el sexo oral con una mujer es como comerte una gominola... blandito, terso... no sé, a mi no me importaría. En esta vida hay que probar de todo, acuérdate en la universidad, me dejé manosear por el profesor de etnología regional, y se corrió nada más meter su mano en mi pubis...
- Es que tu pubis es mucho pubis... .- le interrumpí.- o cuando hicimos el trenecito, puestos hasta las trancas de alcohol y drogas en la sala de la asociación de estudiantes del módulo de nuestra facultad. - Sí, fue la bomba, ahí es donde conocimos a Marco, y él se enrolló con Luisma, el tío más feo de la facultad de humanidades. Marco luego nos dijo, que se enrolló con él porque le daba pena, y muchas veces le gustaba ejercer de ONG ante las desigualdades sociales.
Reímos recordando los días buenos de la universidad, en una época donde fuimos felices y que ahora volvemos con la nostalgia adherida a nuestros cuerpos después de una noche tan catastrófica para nosotras tres, que para el resto. -¡Qué cabronazo, Marco, eh! ¿cómo le habrá ido? me muero por saber, Bibi...
Julián volvió a traer los cafés, pidiéndonos disculpas y alegando que tanta excitación era perjudicial para su corazón, porque había sufrido dos anginas de pecho. - Entonces, perdónanos a nosotras, Julián... no volveremos a dar ningún show, menos mal que estábamos solas.
Julián ríe y nos obsequia con su sonrisa desdentada y un platito de dulces recién salidos del horno. - Y esto para mis chicas... qué estáis muy delgadas. - Joder, nos vas a cebar, esto luego se queda en las cartucheras y no hay forma...
No sentía ya dolor, después de desahogarme con Bibi, quedaba una sensación de bienestar y placidez. Era el momento de terminar de contar todo lo que me sucedía. En el exterior de nuestra vida, afuera, la puerta del bar abierta de par en par, amanecía... Unos rayos inquietos penetraban tras el cristal del escaparate proyectando el menú del día que jugaban a iluminar cada momento de nuestra conversación. Bibi me miraba preocupada, verdaderamente sé cuando una amiga quita hierro al asunto, haciéndome ver que no es importante lo que le he contado. Pero noto que le he transmitido mi preocupación; sé que Feliciano no volverá a mi lado. - Todos morimos solos, Bibi. - me digo mientras muerdo un suizo relleno de chocolate.
- Sí, claro... ¿pero a qué coño viene a decirme eso? Si sigues comiendo así, no morirás sola, sino conmigo, de una subida de azúcar. - Bibi... - ¡Quéééé! Joder, estás rarísima... ¿no será el beso? ¿no te habrás convertido en bollo como el que tienes en la mano? Yo por una amiga me vuelvo harichrisna, bollo, monja y hasta penitente del Cristo del Gran Poder.
- No Bibi, no soy bollo, ya te dije que me gustó tu beso... pero lo que me preocupa es quedarme sola. No logro encontrarme, debo estar perdida en algún lugar entre mis temores y mis rencores, pero sé que debo rescatarme y no dejarme morir en vida.
- Venga, hombre, mira que estás trágica... ¿ni los bollos te alegran? no estás sola, Susa, lo sabes, estamos todos contigo... Nosotras las mujeres tenemos una obsesión con que tenemos que casarnos, procrear, ser estupendas amas de casa, esposas, madres... ¡Venga, coño...! qué estamos en el siglo XXI. Tenemos que encontrar a hombres de verdad, no sucedáneos, que nos lleven, que nos quieran de verdad, que lo único que les preocupe es que le beses al irte de casa. - Uy, yo creo que esos ya no existen. O son maricones, o casados, pero el molde se jodió con el último.- le digo mientras derramo mi café solo entre los hielos del vaso.
- Bibi, dicen que de los errores se aprende, por lo tanto debo ser una tipa erudita, porque cada día que pasa meto la pata a veces incluso creo que lo hago con la intención de fallar o demostrarme algo. Fíjate, ayer, llamé a Feliciano y le dije que tenía una falta... - ¿¡¡Una falta!!? no me jodas, Susita, no me jodas... Joder, ahora resulta que Feliciano es sinónimo de Felicidad... y yo pensé que si buscabas la palabra anodino en el diccionario aparecía su foto. Susa no me digas que estás preñada de semejante especie. ¡Mecagoendios! Susa, ¡Mecagoendios!... vamos que ahora mismo llamo a Kika que trabaja en la clínica Isadora y...
- Y nada, Bibi, no lo sé aún... luego vamos a la farmacia y me compro una mierda de esas que anuncian en la tele. - Menudo cuadro... las dos preñadas... este tío tiene dos coños, uno para los pares y otro para los nones... ¡En qué pensabas, si se puede saber! follando a pelo, ahí llenándote bien la cuenca... ¡qué asco, Susita!
- Lo sé, soy lo peor, y encima me puede pegar algo... - ¿Puede? ¿sigues abriéndole? Mira, te daba una hostia, así a mano abierta que te quitaba la tontería... Oye ¿y todo lo que has bebido esta noche? - Ya.. al principio le odiaba, y por eso me bebí lo que me bebí... después le amaba, y fui al baño y me metí los dedos... Estoy confundida, hecha un puto lío... Y sí, sigo abriéndole. - No me extraña que las mujeres seamos inspiradoras de las mayores tragedias del mundo antiguo, y qué razón.. si es que somos gilipollas... luego, no nos apoyamos unas a otras, generamos envidias... .- suelta a bocajarro Bibi, como enfadada con todo el género femenino.- Sí... Pandora, Eva, Princesa Éboli, Juana la Loca, y ahora tú Susana Jiménez... No te entiendo, tía... Bibi se gira y grita a Julián que le ponga un carajillo para poder llevar lo que su amiga le está descubriendo. - Tía con lo tuyo, subes el índice de alcoholemia... La tragedia regada pasa mejor al alma.. como que te anestesia, para poder asimilarlo poco a poco... No si tenía que haberme quedado con el tipo del aire... .- susurra al aire. Mientras el café despierta mis sentidos, mi cabeza deambula perdida entre el mundo interior y exterior... o sea, cuerpo y corazón: universos desconocidos. Bibi, en silencio me mira, con una mueca de resignación: - ¡Estás como una puta cabra...! Yo voy a estar a tu lado, hagas lo que hagas, entiendes, si quieres el niño, me vendrá bien otro título, el de tía.. si no lo quieres, haré de amiga acompañante para el despido. pero escucha lo que te voy a decir: te ruego, por el bien de nuestra salud mental; la tuya por ser la participante de este juego y la mía por absorber todo tu problema al ser confidente y amiga, que abandones al tiparraco sin sangre y hazme el favor, de devolverme la creencia en la humanidad de los hombres... Volver a creer que el amor es la libertad en su máxima expresión y que el corazón nos vuelva a latir en la esencia del pensamiento puro. No estoy borracha, estoy cuerda, llena de cafeína y de glucosa, para afrontar todo lo que se nos viene.- se levantó y me abrazó fuerte, de verdad. - Gracias, Bibi... .- le dije, besándola en la frente. - Vamonos a otro sitio, son las diez de la mañana... y este tío empieza con la fritanga... y odio oler a fritanga, a todo menos a fritos variados... Damos un paseo, hacemos tiempo y llamamos a
Marco, que nos cuente y le contamos. Te vienes a casa, nos duchamos, y vamos a ver a Lola. Chusa la llamamos para quedar a comer. No tengo sueño, simplemente estoy cargada emocionalmente, ¿tú? - Yo también... pero eres un gran apoyo amiga.
- Caer está permitido, Susa, pero levantarse es una obligación. CONTINUARÁ...
Capítulo IX: Una nueva soledad...
Se despertó entre sus brazos, la cortina de la habitación jugueteaba con los intensos rayos de sol que se colaban inocentes, dando vueltas el mundo interior de Chusa. Desorientada... desnuda... y un pequeño estiramiento de su cuerpo lánguido hizo despertar a su amante, al que besó en la frente. Se levantó de la cama, enrollada entre las sábanas de satén negro, el pelo enredado entre su cabeza y el cuello.
Temperatura exterior veintinueve y Chusa parecía que estaba a menos dos grados. - Es demasiado frío este momento, porque sé que no te voy a volver a ver.- Le dice Chusa al hombre al que le ha ofrecido su deseo, su cuerpo, su piel. - ¿Por qué me dices esto?.- se incorpora en la cama sentado con las piernas cruzadas, dejando ver su sexo erecto, terso, húmedo... - Tápate... no quiero repetir lo que creo que nunca debí sentir.- Se enciende un cigarrillo mentolado, apurando con grandes caladas el momento y el cigarrillo a partes iguales, sintiéndose cada vez peor. - Tienes diez minutos para largarte de mi vida, sal y no vuelvas... .- deshizo el cigarro presionando fuerte contra el cenicero... Se soltó las sábanas, su cuerpo desnudo, su corazón al revés, su mente fría... Se enjuagó la boca con ahínco, escupiendo como si echara el bofe...
Se despertó con un beso dulce, las lenguas enlazadas como si fuera la última vez, y un abrazo que hizo expresar una mueca entre el dolor y amor que esa misma noche le habían profesado. Desnudos, recorrió entre besos todo su cuerpo, las caricias blanqueaban la razón, calando fuertemente el interior de Marco; sin hablar, le abrazó... borracho de pasión, sabía que era el momento decisivo para que no fuera simplemente un polvo, se lo jugaba a una carta, nervioso, él quería una segunda vez, o tercera, o toda una vida.
Marco quería aprovechar el momento... en plena confusión escuchó: - Debo irme, es tarde... y mi novio llega esta mañana de viaje, me espera en el aeropuerto, Marco.- se incorporó ante la mirada atónita de su compañero de cama. No dijo nada... simplemente pensó: "Es sólo un polvo, ya está, estoy bien, es sólo un polvo..." - Vale.- dijo sonriendo falsamente, le hubiera escupido en la cara y le hubiera dado una soberana patada en el culo. - ¿Pensabas que sentía algo?.- le dijo el camarero errante. - Hombre... me has follado dos veces, besándome, con ternura, con la mirada y no sentía que te perdía... No soy un coche al que puedes aparcar de lado, y meter la primera, ¿entiendes?, soy maricón pero con sentimientos... si querías un polvo, me lo comunicas... .- perdiendo los papeles. - Marco existe la diferencia entre amor y deseo... yo te deseaba, y quería acostarme contigo.. eres dulce y cañero en la cama, como me gusta... - Veteatomarporelputoculo... lárgate de mi casa... y vas a comerle la oreja a tu puto padre... ¡Largo! Intentó besarle, pero esquivó una buena bofetada en la cara.
Intentó besarla, Chusa movió su cabeza con indiferencia, miraba a su amante con desprecio: - No necesito beso, adiós.- le dijo en el quicio de la puerta. - Adiós, Chusa, espero que algún día me des una explicación de lo que te ha pasado... dime, ¿he hecho algo mal? ¿dije algo que no debiera? - ¡Largo!. Chusa cerró la puerta de un portazo... Se encontraba perdida, sin rumbo... fue una noche infinita y donde el amante le dijo mucho, y ella nada, desconfiaba, no quería oír lo planes de futuro de un hombre al que simplemente le había conocido en un club de moda, y que sus tarjetas de visita era el deseo pasional que sentían... Perdida estaba Chusa en su casa, sin saber que hacer, en una nube agrisada. Desorientada decide darse una ducha para poder ver las cosas de otro modo... al dar el agua, se pone a llorar desconsoladamente, y maldice su estado: "Qué coño he hecho... la maldita desconfianza en los putos hombres... pero si él no me hubiera dicho, entre el deseo de cada embestida, te quiero... no tendría el presagio de las palabras de un adiós... ¿A quién se le ocurre decirme que me quiere, si me conoce de una puta hora?"
- Te pido que me comprendas, Marco, no quiero olvidarme de ti... me gustaría tenerte como amante... ¿sí? - jajajajajaja,... ¿Pero tú eres gilipollas o qué? Largo de aquí, ¡ya!.- le empuja al exterior de su vida, y de su casa...
Marco deambula entre el sollozo y el desasosiego de encontrarse solo, después de disfrutar al máximo en una noche rara, de luna plata... Se da asco, se mete en la ducha, llora, y se pega bofetadas en la cara... Ahora entiende como se siente una persona cuando le rechazan, y él ha pagado por todo el mal que había hecho a muchos hombres que besaban por donde él pisaba. Susurra: "La vida te da unos zarpazos, de cojones, cuando creí que había cogido el cielo con las manos, caes en caída libre ante los sentimientos más asquerosos del ser humano... Sólo quería follar, maldita sea, qué me lo hubiera dicho..."
Termina sentado en la ducha, llorando desconsoladamente.
Chusa se despeja sumergiendo sus amargos sentimientos en un dulce café... arrepentida hasta la médula de todo lo ocurrido, memorizando todo lo acaecido...
Marco se despeja como alma en tempestad, un vaso y una botella de tequila, mezcla lo amargo del limón, la sal de su herida, y el orgullo hecho añicos, tapa el vaso con la mano, coscón contra la mesa de cristal del salón y de un trago, revoluciona su cuerpo. Mientras prepara otro, divisa la situación dantesca en la que se encuentra:
Una nueva soledad, su corazón sobrevolaba entre la ropa tirada, botella de vino vacía, los condones usados... y al otro lado, Marco, poniendo el alma a sonreír, decidió no hacer drama de esto... pero bebió hasta...
Chusa tenía que sacarse toda la mierda que tenía dentro, se sentía frágil como el cristal, aguijoneada por la vida; una mujer de éxito profesional no podía quedarse con un hombre, llamado como su padre, y fiscalizándole sus planes de futuro: - "A otra cosa, mariposa..." .-apuró su café hasta...
A Marco y Chusa le sonaron los móviles... una melodía discreta avisaba que tenían un SMS: "Amores... estamos en el Hospital Montepríncipe... os necesitamos. No os preocupéis, todo bien." Los dos cruzaron los dedos, al compás, con el corazón en un puño, corren al encuentro de Susa y Bibi.
Capítulo X: Mecanismos Activados.

- Hola, soy Lola... .- le besó en las mejillas. - Hola, soy Amador.- le corresponde el beso, pero con el matiz de no fusionar labio y mejilla. Lola abrazó a Amador como una poseída, como si tuviera el diablo en el cuerpo, se sintió menos sola, y eso que estaba rodeada de gente, pero nunca era suficiente. Entablaron una conversación banal, y Lola se mostró desinhibida, locuaz, intentando conquistarle. - ¿Te apetece una copa?.- le dijo Lola bordeando sus dedos en el cuello de la camisa. - Bien... espera un segundo, que tengo que hacer una llamada.- - Perfecto, dime qué bebes. - Vodka con naranja... - Amador, la voy pidiendo. Asintió mientras cogía el móvil. Lola miró hacia la escalera, y vio que sus amigos salían del bar de Úrsula y ya no pudo despedirse de ellos. Pidió dos copas, un vodka y un zumo de tomate preparado. - Cariño, ¿te echo un chorrito en el zumo de tomate?.- le ofrece Úrsula señalando con la botella de vodka. - Vale, pero muy poquito.- sonríe Lola. Se sentó a mirar dónde se encontraba Amador, y en su copa una aceituna, reflejo de la luna llena del exterior. Cogió el móvil y llamó a Chusa. - Hola.. cariño... - Joder, Tía, mueve el culo, te estamos esperando...- le dice Chusa. - Os habéis ido y no nos hemos despedido. Me quedo aquí, tomando una copa con el chico de las mechas... - ¿Cómo? ¡Qué te quedas!, chica, habla más alto, que pareces mi abuela... - Chusa... ¡qué te digo que me quedo aquí!, luego si eso os llamo, y voy donde estéis. - De acuerdo, ala, a jartarse de follar. Mañana hablamos. besos. - Besos, pasadlo bien. A Lola le temblaba hasta el bolso; se jugaba mucho esta noche, quería demostrar al mundo que podía llevarse a un hombre a la cama, y sobretodo a sus amigos donde le habían colgado una fama de estrecha y monjil. Mientras esperaba y daba pequeños sorbos a su zumo, repasaba en su memoria, cuándo fue el último abrazo de aliento, unas sonrisas sinceras, y una mirada segura. Todos sabíamos los antecedentes de Lola; muy vulnerable con el tema hombres, muy depresiva ante las frustraciones. - Lola, ya estoy contigo, perdona, ¿llevas viniendo mucho por este bar?.- le dice Amador bebiendo un buen trago de su vodka. - Sí, toda una vida... siempre quedamos aquí, es nuestro refugio.- le responde Lola, guapa, seductora. - Vaya... quién lo diría, una mujer tan linda como tú, y este lugar tan cutre... ¿no? - Bueno, lo cutre a veces tiene mucho encanto.- sonríe - Vale, perdona... .- se acaba la copa. En ese momento le vuelve a sonar el móvil, Lola se resigna y un gesto le invita a contestar la llamada. La soledad dormida, empieza a despertarse, Lola juguetea con la pajita de su bebida... sonríe mecánicamente, al aire, sin tomar partido. Vuelve a la mesa: - Guapa, ¿te parece que nos vayamos a un lugar más cómodo? - ¡Vale!, ¿dónde te apetece?.- le pregunta con una sonrisa desbordada.
- ¿Vives sola?, podríamos ir a tu casa, tranquilos, porque esta noche es un muermo... y nos montamos tú y yo solos una pequeña fiesta... Lola asiente, y cuando va a decir que no tiene bebida, le interrumpe con un beso falto de sabor. - Sé lo que me vas a decir, ve para casa mientras, y yo compro bebida. Dime la dirección y en media hora estoy.
- De acuerdo, Desengaño, 10 ático B... Le volvió a besar tímidamente y desapareció entre la multitud. Lola volvió a llamar a Chusa: - Chusa, hola, cariño... - Dime tesoro, estamos en el bus... - ¿En el bus? ¿vosotras en transporte público?. - Sí, hija, por culpa de Marco, ya te cuento... :- le dice Chusa. - Escucha, me voy a casa, con Amador, me ha dicho que va a comprar bebida, y mientras le espero en casa. - Vale, vale... bueno, ten cuidado, llámanos, cualquier cosa nos llamas.. pásalo bien, folla mucho.. hablamos, ¿vale? - Vale... os veo mañana. ciao. - Mua, Chocho. Salió del bar de Úrsula pensando cómo agradar a Amador. Cogió un taxi. Llegó a casa, perdida entre su memoria, corazón y razón. Encendió incienso de Almizcle, se desvistió, y desnuda se contempló en el espejo, lo que vio ni siquiera la inmutó, se encontraba tan perdida en sus pensamientos de derrotas y repetidas lamentaciones, que decidió darse un baño... Llenó la bañera, se preparó sus sales de agua de rocío... En ese momento le sonó el móvil... Bibi. - Hola... bien... ¿dónde estáis? - Yo apunto de darme un baño, antes de que venga Amador. - le dice Lola. Lola escucha a Bibi tranquilamente, mientras vacía su vejiga; le cuenta que ha visto a Amador en la puerta del Urban. - No, no quiero ir, me doy un baño, me tomo helado de macadamia y me pongo alguna peli... no te preocupes. - Qué he dicho que no... estoy bien, no, no vengáis, de verdad... pasadlo bien... - No, Bibi, no lloro, es que estoy horrible, de verdad que no quiero que vengáis... mañana nos vemos. besos a los cuatro. Al entrar en la bañera, resbaló, la excusa perfecta para no salir, cayó arrancando la cortina y se golpeó en la cabeza con el grifo... Un pequeño hilo de sangre brotaba por su sien y quedó inconsciente. Lola sabía que su camino escogido le hacía penetrar en terrenos movedizos emocionales, de las que siempre le habían absorbido las fuerzas hasta que alguna vez había pensado quitarse la vida.
A la mañana siguiente, Bibi y yo llegamos a su casa, después de llamar millones de veces, nos presentamos, y Bibi abrió con la llave que le dio cuando sufrió la recaída de la muerte de su padre. Nos parecía raro, al meter la llave en la cerradura, sabíamos que algo estaba pasando...
- Lola, cariñooo, Lola... Un silencio que calaba hasta los huesos... - ¡Lola! ¡Lola, Tesoro! Corrimos hacia ella, tenía pulso, llamamos al 112. - Hola, una ambulancia, Desengaño, 10 ático B... nuestra amiga pende de ustedes... !Por favor, rápido!
Llegaron en doce minutos, los doce minutos más eternos de mi vida, llorosas, nos subimos en la ambulancia las tres... Rumbo al desencuentro. SmS, SOS, ER, Urgencias... activamos todos los mecanismos... nos faltaba la cordura de Chusa y la alegría de Marco.
Continuará...
Capítulo 11: Princesas sin trono.
Salimos del Bar de Julián, probablemente con dos kilitos de más, decidimos dar un paseo por el parque antes de llegar a casa de Bibi. Caminamos entre la apertura del día, y el desasosiego que me producía el poder estar embarazada. Es como si me llevaran los demonios, sin dejarme pensar con claridad; creí en la mirada sincera de Feliciano, en un amor sin prejuicios, y yo pequeña, sin una mano que me tienda, sin una sonrisa, sin un querer, me aferré al corazón de un hombre que volaba con otra mujer.
- Susa, qué te pierdes, anda... .- me dijo Bibi, mientras agarraba fuerte mi mano. Me devolvió a la vida, cautiva en pensamientos opacos y varias lágrimas recorrieron mi cara. No podía controlar mis emociones: Mario, Feliciano y la posible criatura aferrada en mis entrañas. Yo una mujer de casi cuarenta años con posibilidades plenas de ser feliz y dos problemas y un tercero en camino. Un hombre luciérnaga que ilumina con su propia luz, intermitente y pequeña como un ligero cosquilleo; el otro ilumina con luz fuerte y constante pero ajena a ti, sin encontrar la alegría de vida. - Bibi, nos sentamos ahí, por favor. Necesito tranquilizar mi cabeza va a mil revoluciones por minuto. Quiero estar entre la sombra del roble y bajo tu abrazo. Después quiero comprar esa mierda de Predictor, vamos a tu casa, hacemos la prueba y después redactamos el comunicado de prensa a nuestros amigos. - Claro, tesoro, hacemos lo que decidas. Mira, puedes contar con mi abrazo siempre, y no te preocupes por nada, ¿vale?.- me dijo Bibi, reconfortándome. - Gracias. No te puedes ni imaginar lo que agradezco tus palabras. No sé, siento confusión en todo y creo que debería seguir callada, en silencio y sin intención de mirarme en unos ojos que no me ven, que no me miran. - Brava, cariño... Anclarse en el pasado es dejar una puerta abierta otra vez, Susa, no te estanques en un tío que ya no tiene nada en común contigo, es como si bailaras en tierra de nadie y tienes que tener en cuenta que para que salga el sol ha de precederle la noche, o para que la calma se aprecie hay que pasar una tormenta.- me dijo Bibi, mientras apartaba con su mano mi pelo de la cara.- Hija, es que no te veo los ojos, tienes una cara ancha para lucirla. - Jajajajajaja, cabrona... mi cara es redonda, como el sol que radia el día y los buenos sentimientos. O sea que no te mofes de mi cara, que muchas quisieran tener mi cara. - No me mofo, idiota, te hago espabilar, hacerte sentir mejor. - me besa con una carantoña sonora. - Oye, son las once y cinco de la mañana, voy a llamar a Lola, no sabemos nada. Supongo que ya estará levantada, ¿no?.- me dice Bibi, marcando el número. "Hola es contestador de Lola González, en este momento no me encuentro en casa, si sabes mi móvil, llámame si no deja mensaje después de oír la señal..." - Susa, contestador... le dejo mensaje, ¿no? Asiento, encendiéndome un pitillo, que Bibi, me arranca de mis labios, para posarlo en los suyos... - No puedes, de momento, coño... ,- me dice amenazante. - Lola, cariño... estamos Susa y yo, vamos en un ratito a tu casa, ¿dónde estás?, ¿qué raro, no? bueno, vuelvo a llamar.
- ¿No está?.- le pregunto a Bibi. - No, me resulta extraño, ¿no? Lola es un animal de costumbres y tan pronto no suele salir de casa. - Bueno, mujer, habrá salido a comprar el periódico a ver su columna, supongo, o a correr o a comprar el pan... - Vale, vale.. la llamo al móvil.- me espeta Bibi. - El móvil está apagado o fuera de cobertura, Susa.- me dice pensativa. Nos levantamos del banco, nos sentamos en una terraza a tomar otro café, hacíamos más tiempo, dejando que los segundos dieran la vuelta, y volvimos a hablar sobre lo que había acontecido hace unas horas. - Susa.- me dice Bibi.- sostiene tu mirada a los paisajes que nos quedan por descubrir; entendemos lo que nos pasa siempre que estemos preparadas para que suceda lo inesperado. Todos te vamos a apoyar en todo lo que necesites, porque somos princesas sin trono, pero felices de tenernos unas a las otras, y otras a las unas. Nos comemos los mocos, nos gritamos, pero ahí estamos; buscamos reconquistar nuestro reino, nuestra vida. - Bibi, te quiero.- me puse a llorar. Últimamente me encuentro perdida en el atasco de mis pensamientos, y me sumerjo en un mundo algo complejo donde todo adquiere importancia sobrehumana... será que estoy sensible, o que mi cuerpo está sufriendo una mutación o cambio, pero de lo que tengo claro es que el mundo no se para y todo no deja de sorprenderme. Acabamos el café, el sol irradiaba calor, decidimos entrar a la farmacia. Yo no pude, fue Bibi la que me compró el predictor, quitándome hierro al asunto. Ojalá existiese el mundo donde lo menos importante adquiriera el valor que se merece, y encuentre la paz entre el remolino de mis entrañas. Me apoyé en la pared contigua a la farmacia, al rato salió Bibi con una diminuta bolsita. - Joder, qué tía más seca, dios santo... parece mentira que trabaje en una farmacia de cara al público, porque nos corría prisa, si no le dejo el predictor clavado en un ojo... - No seas bruta, Bibi.. jajajaja... - Pero, tú no le has visto, menuda raspa.- me dijo levantando las manos en un ademán de mala leche e ira. - Vale. Vamonos tu casa, por favor. Me agarró de la mano, me besó y cogimos un taxi. - ¿Dónde vamos, señoritas?.- un joven taxista nos miró por el retrovisor. - a la Avenida de la Felicidad, 17. Gracias. - Susa, vuelvo a llamar a Lola. Si no contesta, nos cambiamos y vamos a su casa. Lola no cogía ninguno de los teléfonos. Subimos a casa de Bibi... me di una ducha para ahogar los malos presagios y pensamientos oscuros que tanto me han atormentado estas horas. Contuve las ganas de orinar como me recomendó Bibi... y después mojé el palito del predictor, y llamé a Bibi. - Toma, paso, míralo tú y dime lo que sea. - ¿Hay que agitarlo como los termómetros?.- me dice Bibi con sorna. - Qué burra eres... jajajjaa. Nos reímos sin parar, de lo absurda de la situación, de lo que pasaría verme con una tripa, o de lo que feliz sería sin tripa y sin complicaciones.
Susa, derrotada apunto de descubrir lo que le puede cambiar la vida; Chusa rota por el extraño sentimiento de la pasión; Sin noticias de Lola; Bibi bebiendo los vientos por sus tres amigas y su amigo, Marco, desesperado por el miedo terrible a la soledad. Princesas sin trono, buscándose así mismas.
Susa, Bibi y Lola llegaron a Montepríncipe. Lola en estado de coma. Susa en estado de ansiedad. Bibi pendiente de un hilo. Marco y Chusa en estado de nervios.
Continuará...
Capítulo 12: Monstruos imaginarios.

La oscuridad predominaba dentro y fuera de mi vida; la casa de Bibi estaba completamente a oscuras y hacía un calor asfixiante. - No tengo aire, ya sabes, y no pienso abrir las ventanas.- me dijo quitándose el vestido y dejándome ver su cuerpo desnudo.
- Joder, tía para no haber dormido en toda la noche, estás estupenda. - Anda... qué tonterías dices... El calor te aturde... voy a darme una ducha, tómate algo fresquito, y ahora hacemos la prueba, retén liquido. Puse algo de música, el disco que retenía la platina de la cadena de música era Dalida "Come Prima", la música francesa me remueve, estremeciendo hasta mi vello corporal, pero no me importaba escucharlo; quería sacar la bilis que estaba contaminando todas mis fuerzas emocionales. Me puse un refresco de Cola, me quité los zapatos, y como no estaba Bibi, me encendí un cigarrillo... Me tumbé en el sofá, que tantas veces ha hecho de valle de lágrimas, que en sus brazos nos hemos rendido a soñar en noches imposibles, donde se esconde el silencio. Al sofá de Bibi lo amábamos todas, guarda los secretos de todos nosotros que evocan nuestras palabras... Aspiraba a la vez que se consumía mi recuerdo en Feliciano, y en tan solo un segundo, me vino a la cabeza lo que posiblemente cambie mi vida para siempre. - Susa, no fumes, que te hostio... .- gritó desde el baño. - Nooo, cansina... ya lo apago. - Susaaaa... o sea que fumas de verdad. ¡Ya salgo!. Abstraída estaba en mi estado nocivo para mi mente, cuando apareció Bibi envuelta en una toalla grande y en palabras amenazantes: - Tu turno, y como te vuelva a ver con un cigarro en la mano, te lo tragas de raíz. Entiendo que estés de los nervios, yo estoy que me cago encima... Mira que cuadro; tú y yo desahuciadas emocionalmente, Marco y Chusa ajenos y follados, y de la estoy en un sin vivir es de Lola. O sea que mueve el culo y cuando te hayas duchado me llamas y vemos el resultado. - A sus órdenes, mi teniente.- Un besazo sonoro en sus labios le provocó una sonrisa. - Anda, Cabrona...- me dio un cachete en el culo. Me desnudé despacio como si me fuera la vida en ello, sin encontrar la paz, tengo tal remolino en mis entrañas que me confundo fácilmente, me doy miedo, porque los acontecimientos de mi vida y de las personas de mi entorno me tienen absorbida, por eso soy dueña de mi vida, de mis miedos y de mis dudas... Y yo soy la que tiene que tomar la decisión de lo que ocurra, pero antes, debo escapar de ser presa de mis sentimientos. Estoy de pie frente a un espejo que descubre mis ideas, con ganas de huir y que nadie me culpe por mi proceder, porque mi mundo cambia con una noticia así. Sé perfectamente que Feliciano no lo aceptará y por eso tengo un cargo de culpa, porque sigo enamorada de él. Sé que si estoy embarazada, estaré sola en este proceso de mi vida, que no le tendré a mi lado para apoyarme, estará pendiente de Angus, por lo tanto tengo que asumir y aceptar la realidad. Unas lágrimas cayeron a modo de bálsamo, respirando profundo intento darme una ducha para ahogar los malos presagios y pensamientos oscuros que tanto me han atormentado estas horas. - Susa, ¿Estás ahí?.- me toca en la puerta.
- Sí, ya voy... - Joder, tía, qué no vamos de boda... La ducha me sentó bien, y ahora venía lo que menos me apetecía hacer: saber si voy a ser madre. Me senté en el water como si de una silla eléctrica se tratara, en mi mente retumbaba los gritos de los niños que jugaban en el parque que colinda con la casa de Bibi, y me entró una angustia tremenda... - Bibiiii, ven por favor.- le dije con sollozos entrecortados. - Dime, tesoro, schssss, un segundo.- habla con el contestador de Lola.- Lola, coge el teléfono, si me estás gastando una broma, no tiene gracia... Vamos en media hora a tu casa. Llevamos comida. besos.- cuelga y me mira fija traspasándome.- Susa a Lola le pasa algo... venga, rápido, mea, y afrontamos cuanto antes, porque esto se está alargando más que el día de la madre, y nosotras ya casi abuelas. - Toma, paso, míralo tú y dime lo que sea.
Bibi tomo el test de embarazo entre sus manos, concentrada y sin emitir ningún gesto, me cogió de las axilas y me empujó hacia ella... - Dime, coño, que me muero. - Tesoro, estás embarazada. ¿Te doy el pésame o la enhorabuena?.- me dijo entre su abrazo, al que rompí con mis lloros.
- Mecagoenmiputamadre... qué coño he hecho.... - No te lamentes, por favor, vamonos, todos te apoyamos, Susa. Vístete y hablamos todos en casa de Lola. Asentí, me recogí el pelo en una coleta, me puse un vestido oscuro de Bibi y una alpargata. - Joder, ¿Quién se ha muerto, tía? - Es mi presagio, he muerto ahogada en un río de monstruos que atacan mi felicidad. - ¡Qué exagerada eres! Es lo mejor que te puede pasar... - Claro, para el núcleo cristiano de la familia. - jajajajajaja... yo soy una mujer libre de cargas, Bibi. - Y unos cojones... ¿Tú libre de cargas? mira, no me hagas reír que se me ha olvidado la risa, hoy. Estoy sin expectativas y con una presión en el pecho de órdago. Por lo tanto, nos largamos y desarrollamos el tema desde los cuatro puntos de vista, ¿de acuerdo?. - Vale. Estoy cagada. Nunca había sentido el monstruo del miedo tan cercano. - Calla. Cogimos un taxi. Bibi volvió hablar con el contestador: "Lola, bonita, al final tu contestador y yo vamos a tener un affaire. Estamos en diez minutos." Llegamos a casa de Lola, la portera nos dice que no la ha visto salir. - Niñas, yo he estado cocinando el potaje de los sábados, que viene mi hijo a comer, si ha salido en el momento que he estado en la cocina... porque... - Vale, vale, Concha... nos queda claro, si usted no la ha visto, es que no ha salido, porque me consta que tiene un radar muy extenso.- le interrumpió Bibi. Nuestro corazón se aceleró por momentos, y una náusea me vino de sorpresa. - Bibi.. tengo ganas de vomitar. - Pues te guardas las ganas en el bolso. Estoy de los nervios y te puedo pegar una bofetada. La incertidumbre de lo que podía ocurrir detrás de la puerta del ático B, era un ahogo en toda regla. Llamamos, golpeamos, y nadie contestaba.
En la sala de espera de la unidad de Trauma nos encontrábamos los cuatro, Marco lloraba, Chusa le voceaba, Bibi absorta en la ventana y yo vomitaba en la papelera. Lola ausente. Continuará...
Capítulo 12+ 1: Fantasmas de día...
"Mujer de treintaiocho años, cianotica, trauma craneoencefálico, trauma abierto de cabeza, fractura lineal de cráneo, pérdida de sangre, A positivo, flujo sanguíneo cerebral normal, tensión nueve-siete, oxígeno al cuarenta y cinco por cierto. Supuestamente caída en la bañera y posterior golpeo en la sien con laceración profunda y hematomas intracraneanos, en ojo y pómulo izquierdo..."
Bibi y yo estábamos aterradas, cuando una enfermera nos acompañó a la sala de espera y nos indicó que en cuanto supieran algo saldrían los médicos a hablar con nosotras; nos hizo varias preguntas: - ¿Cómo se llama vuestra amiga?.- sin mirarnos a la cara, apuntaba mecánicamente todo lo que le decíamos.
- Lola González.- contestamos al unísono. - ¿Alguna patología? - Ninguna, salvo pequeños trastornos depresivos.- suelta Bibi con pudor, es como si soltáramos toda la vida íntima de nuestra amiga a una persona desconocida para nosotras. - Bien, ¿Alguna medicación? Nos miró clavándonos su mirada fría en nosotras, como un blanco a la diana. - ¿Usted a dónde quiere llegar?.- se levantó Bibi, alterada, llorosa.- Nuestra amiga, no se droga y ni siquiera toma alcohol, se ha caído en la bañera, seguramente por un descuido, un resbalón... - ¿Ya, estaba usted para verlo?.- incrédula y algo dura, la enfermera. - Bueno... no doy crédito, le repito, como he contado en la unidad móvil que llegamos esta mañana; mi amiga vive sola, y no toma nada de estupefacientes. Los medicamentos que toma suele ser Tranxilium, Elafax XR... porque como he dicho, tiene trastornos depresivos. - ¿Alguna alergia conocida? - Que sepamos nosotras no... creo que a los ácaros del polvo. Sonreímos las tres, pero pronto la sonrisa de la enfermera se tiñó de seriedad. - ¿Ustedes creen que su amiga ha intentado suicidarse?.- nos soltó a bocajarro.- en estos casos, debemos llamar a la policía, porque entre otras cosas puede ser intento de asesinato, suicidio o... - O hostias, no te jode... Mire le repito que mi amiga, o mejor dicho todas nosotras estamos de atar, pero de ahí a suicidarnos hay un gran paso.- le dije con una nausea seca... - Vale. Tranquilícese.. ¿Se encuentra mal? ¿Quiere que le vea un médico?. - NO, quiero que vean a mi amiga y nos digan algo rápido. - Esperen aquí, por favor. La estirada enfermera se marchó dejándonos en el más profundo desconsuelo. - Joder, Bibi, Lola no se habrá intentado... - Calla, que no, Lola tiene muchos proyectos, y muchos fantasmas que salen de día y que no puede controlar, pero estoy convencida que no, que ella no es capaz.- me dijo metiendo su cabeza entre sus piernas, llorosa, sin saber como mantener la situación. - ¿Cuánto tardan éstos, no?.- miré el reloj, en ese momento recibimos un SMS de Marco: "Amores, estoy de camino... no os preocupéis. Dejadme unir mi soledad con la vuestra y crear alegría otra vez. Os Amo." Al leerlo no pudimos contenernos y lloramos desconsoladas en la sala de espera, y observamos la mirada atenta de Chusa que hacía entrada en nuestra escena. - ¡Dios Santo! ¿Estáis bien? ¿Qué pasa? ¿Por qué lloráis? Contadme o no respondo... me va a dar algo, casi me bajo del taxi porque estaba en un sinvivir. Chusa nos abrazó, le contamos todo... - ¡Cómo es posible, Lola, la mujer más sensata que conozco!.- mirando al horizonte a través de una diminuta ventana.
- Chicas, ¿habéis dicho lo de sus depresiones? - Claro, Chusa, nos preguntaron de todo, además dicen que en estos casos llaman a la policía a investigar....- le expliqué. - Entonces van a suponer que se ha intentado qui... .- suelta Chusa como si nada. - Calla, o te doy una hostia, Chusa, si has venido aquí a sugerir y a provocarnos, te largas porque no ayudas nada, entendido.- Bibi enérgica, levantándose del asiento y recorrió la sala a pasos agigantados. - Te tranquilizas, ¿vale?, no digo que lo hubiera hecho, ¿vale?, no estábamos nosotras para verlo... existe esa posibilidad, por su historial. - Mira, Chusa, me voy fuera, porque eres el colmo del consuelo, de verdad, acabas de decir que es la mujer más sensata que conoces, y ahora dices que está loca como para suicidarse... ¡Lola no es capaz, y punto! Y como alguien vuelva a decir algo sobre ello, entrará a urgencias por hostias severas, ¡Entendido! Bibi salió de la sala de espera, huyendo del peligro que podía tener con el diagnóstico de Lola, su mejor amiga, no encajaba bien que pudiera perderla y menos aún la posibilidad remota de suicidio. - Pero bueno, Susa, no me merezco que me hable así, ¿verdad? - Chusa has sido muy dura, con Bibi, y ya sabes que ellas dos están muy unidas, y además hoy Bibi lleva un día durísimo. En ese momento, cogí la papelera para vomitar, y Chusa se quedó mirándome incrédula. - ¿Y a ti qué te pasa? ¿Te sentó algo mal?.- me acariciaba la espalda. - Sí, debe ser el café completo en casa Julián.- mentí porque ya teníamos suficiente tragedia en nuestras vidas, para soltar mi bomba ahora. - Susa, voy a salir a hablar con Bibi, ¿puedes estar sola un segundo? - Sí, ve, anda, no te preocupes... no discutáis por favor, debemos mantenernos unidos. Chusa salió con su paquete de tabaco mentolado, me recompuso el sonido de sus tacones alejarse y pensar que mis dos amigas iban a arreglar sus malos entendidos, lo necesitábamos todas por el bien de Lola. Bibi en la entrada del hospital fuma desesperadamente, y extrae de un macetero una margarita blanca, que deshoja triste. - Bibi, cariño, perdona, siento enormemente que te encuentres así, yo estoy preocupada por ella y por todas nosotras... Soy muy burra, lo sabes, simplemente quería pensar en lo que había ocurrido. No te molestes conmigo, que sabes que yo no quiero nada malo para nuestra amiga. - Lo sé. Pero no puedo dejar de pensar en lo que le ha podido pasar por la cabeza... Teníamos que haber ido ayer con ella. - Bueno, no te culpes, ha pasado, es fuerte y se pondrá bien. Se abrazaron, y en el mismo instante apareció Marco, llorando, al verlas abrazarse... - ¡Qué pasa! Chusa, Bibi... ¡Qué pasa! ¿Susa? - Dentro, en la sala de espera... .- dijo Chusa, limpiándose los ojos de lágrimas. - ¿Lola? - En trauma... Marco se llevó las manos a la boca y empezó a llorar. - Chicas, los médicos, preguntan por familiares de Lola González.- Salí a buscarles para estar juntos en lo que los médicos nos iban a decir.
Entramos los cuatro, dos médicos vestidos de verde, nos acompañan a un despacho lleno de libros y varios diplomas colgados en la pared. - Buenas, soy el doctor Hernández, y ella es la doctora Martínez. Son familiares de Lola González, ¿Verdad?
Asentimos, y un silencio aterrador roto por los sollozos de Marco, auguraban algo malo.
- Calla, Marco, o te doy una bofetada.- le susurra Chusa. - Bien, Lola se encuentra en estado de coma, ha perdido mucha sangre, tiene tres costillas rotas, el cráneo abierto... - ¡Por Dios!.- interrumpe Marco al doctor, llorando. - Tranquilícese, por favor... Su amiga se encuentra en estado crítico, necesita dos operaciones, pero al haber perdido mucha sangre, debemos hacerle una transfusión. Además ha perdido oxígeno y todavía no sabemos si sufre daños cerebrales. ¿Alguno de ustedes es compatible con la paciente para donar sangre? - Yo, soy del grupo universal, cero negativo.- le dije poniéndome de pie. - Pero, Susa, está... - Bibi, estoy encantada de donar sangre a Lola, ¿de acuerdo?.- le sonreí falsamente.
Somos animales de costumbres y el pez por costumbre respira bajo el agua, así nosotras nos movemos mejor entre emociones conocidas, entre acciones rutinarias y en soledades compartidas. Nos queremos y eso se nota, no existen absolutos y lo damos todo, simplemente por sentirnos bien, sin engañarnos a nosotras mismas, manteniendo encendidas nuestras pequeñas chispas de amistad, aunque las desavenencias nos ayuden a encontrar el fuego en otra hoguera.
CONTINUARÁ...
Capítulo 14: Buenas tardes, Tristeza.

- Bien... venga conmigo, por favor... .- La misma enfermera me había invitado a seguirle. - De acuerdo... .- asentí. - Chicas, os quedáis con mis cosas, ¿vale? - No te preocupes, Susa, te esperamos en la sala de espera.
Creo que dominaba la situación, pero me entró un miedo terrible, las piernas me temblaban y una sensación de tristeza recorrió mi cuerpo desde mis pies hasta el espinazo de mi cuello. Oculto varias verdades; una me crece dentro, Otra me crece fuera, no puedo evitar acordarme del hombre al que quiero y mientras me van a extraer sangre para mi amiga que está al borde de la muerte. Sensaciones que no puedo evitar, y la situación se agrava por momentos.
- Susa, espera... .- me grita Bibi por el pasillo. - Un segundo, mi amiga me llama.- le dije a la enfermera. - No quiero que me digas nada, para mi lo más importante es Lola, ¿de acuerdo?, ni bebé ni hostias, Bibi... Si me dices que no done, no te haré caso. - Gracias... no te voy a decir nada. Simplemente darte las gracias. - Pero qué gracias, ni nada, todas lo haríais por mi, ¿no?... lo malo es que tengo un miedo que te cagas... mi cabeza va a mil por hora, Bibi. Espero dominar la situación. - Disculpe, ¿puedo entrar con ella?.- alzó la voz, para que la oyera bien. La enfermera vinagre asistió y dijo con su dedo índice que sólo una persona, que era un espacio pequeño y dado la circunstancia permitía que alguien acompañara a la donante. - Aviso a las chicas, y vuelvo, un segundo. Al instante me sentí mejor, tener a alguien cerca, cuando mis problemas arrullan mi alma, aunque Bibi estaba al límite, lo mismo necesitaba evadirse conmigo enganchada a una máquina vampiresa.
Después de oír las malas noticias de los médicos, esperamos en la sala de la unidad de
Trauma los cuatro, hasta que me llamaran para la donación de sangre; Marco lloraba, Chusa le voceaba, Bibi absorta por la ventana y yo vomitaba en la papelera. Formábamos un círculo al que le había salido una tangente, Lola, que necesitaba de nuestra ayuda, nuestro apoyo de los cuatro.
-Marco o dejas de lloriquear o te suelto una hostia que te vuelvo del revés.- increpa Chusa. -Bueno, lo que faltaba, que vengas tú a decirme lo que tengo que hacer... Me vas a tocar el forro.- llora Marco.
-Vale, ya, por favor, que estáis en un hospital no en una lonja... si discutís salíos fuera.- dije serenando la situación.
Se llama Angustias Romero Hernández, y desde hace varios años, es la flor de mi tormento; se coló en mi vida, en mi casa y en la entrepierna de mi novio. Y ahora estamos las dos embarazadas del miserable gusano, al que amo con toda mi alma, pero intentaré desengancharme como el tísico a la metadona, o el romántico a la luna.
Angus, para los amigos, formaba parte de nuestro grupo hasta que se fue a Manchester a terminar sus estudios, cuando volvió, había cambiado: su carácter se volvió iracundo y su vida austera, seguro que por las penurias, que según ella pasó. Formada en una de las familias más ricas de la ciudad, siempre ha sido un lobo con piel de cordero, y ha hecho lo posible por trepar en todos los sentidos. Es mala, envidiosa y sabe cautivar, como una amantis religiosa, a cuantos le rodean.
- Susa, se te ilumina el móvil.- me dice Marco, sonándose los mocos. - ¡Ah! está en silencio. Gracias, tesoro. - ¿Sí? - Hola Susa, soy Angus.
Las náuseas secas que habían remitido, volvieron, con espasmos a mi tristeza que ya aumentaba como la caída de la tarde... Tape el micrófono del móvil... - Chicas, es Angus... La que faltaba. - Dame, pásamela, que la digo tres cosas.- Chusa enérgica.
- ¿Pero esta tía no se cansa? Es la reina de la amargura... Si lo pasas mal, aparece Angus, es como una señal... .- Marco volvió a llorar. - Despáchala pronto... que te van a llamar, Susa.- me dijo Bibi, más sensata. - Angus, ahora es un mal momento... no puedo atenderte, te llamo yo...
- No me vas a llamar, Susa. Está bien, no te molesto ahora, pero volverá a llamarte más tarde... Es necesario que hablemos. Estoy embarazada de Feliciano y sé que os estáis viendo.. - Angus, de verdad... no...
- Susa, no te culpo, he cambiado, y es necesario que hablemos. - Está bien, llámame luego, pero ahora me es imposible. - De acuerdo. Luego, Susa. Chao.- Se despidió. - Chao.
Se me quedó una cara de idiota, mi rostro blanquecino, mis ojos llorosos, sin maquillaje; no sé que más puede pasar ya... -¿Qué coño quiere la desequilibrada esta?.- Bibi y Chusa al unísono. - Hablar conmigo, está embarazada, y sabe que...
- No jodas... qué valor tiene Feliciano.- suelta Marco. - ¿Qué es lo que sabe, Susa?.- preguntó Chusa.
Me vino una imagen del recuerdo, envuelta en la humedad de mis lágrimas y el frío del momento, sólo me faltaba la niebla que ocultaba mi corazón para rematar una ambientación exquisitamente decadente... Estoy de atar... y en ese instante caí redonda al suelo.
- Susaaaaa... TO BE CONTINUED...
Capítulo 15: "Malditos Tacones."
- Susa, cariño... Susa... ¿estás bien?.- Chusa me abanicaba con una revista de la sala de espera. Volví al caos donde nos encontrábamos; al abrir los ojos hallé a mis amigos a mi alrededor observando para saber lo que me pasaba... y empecé a reír como una idiota.
- ¿Qué coño miráis?. Eso, eso, abanícame con el VOGUE, que se note un aire de glamour en esta sala, que estáis amuermados. - ¿Amuermados, nosotros? ¿con el show que tenemos montado? Mira, seguro que nos contratan para algún programa de la tele, porque no sé lo que puede pasar ya... .- Chusa sin soltar el VOGUE.
- Uy, nena... uy, nena... a que estás preñada como buñuelo de viento.- me limpia la cara Marco de los sudores fríos. - Calla, siempre pensando en desgracias... se ha mareado de la tensión.- Chusa le aparta. Me ayudaron a levantarme, bebí agua y me incorporé al desasosiego de mis cómplices a la espera de que me llamaran para donar sangre.
- Creo que no deberías Susa, estás blanca como esa pared... .- me dice Bibi al oído mientras me quitaba el pañuelo anudado al cuello. - No. - Susa, joder, llamamos a algún hermano de Lola...
- No. - No seas cabezona, tía... No te encuentras bien, no quiero que te pase a ti ni al... - ¿Vamos a ver... ? ¿Qué parte del No, no has entendido? no quiero entrar en la sala de extracción con tu cara pegada en mi mano. Nadie va a impedir que dé la sangre a mi amiga. Y se ha acabado el tema. Tráeme un refresco de cola, a ver si entro en circunstancia. Gritando a mis amigos: - Vosotros, despejarme un poco el aire, que necesito respirar. Estoy bien... no os preocupéis. Quiero entrar tranquila a darle el zumito rojo a Lola. Asintieron como trillizas, Chusa se sentó en su suspiro, mirando al techo, al instante una mueca de dolor... - ¡Malditos tacones!, me descalzo que al final me saldrán juanetes.- Se quejó masajeándose los pies.
- Joder, qué mierda, tía... Mira como tengo los pies, ¡Malditos tacones!. Bibi arrojó los tacones debajo de mi butaca vampírica, tumbada, sonreí y le lancé un beso al aire. Se sentó a mi lado, y con su dedo índice me hacía caricias recorriendo mi brazo entre la vía chupóptera, y mi cabello. -Sigue, que me encanta... me relaja.
-Susa, estoy orgullosa de ti, y si decides tener al bebé, serás una madre maravillosa. - Creo que he tomado una decisión, esta sangre que se llevan para Lola, será para mi el principio del fin, Bibi. No quiero tener un hijo, no estoy preparada, ni mucho menos, tener que compartir un padre... sé que sería una madre estupenda, pero no estoy preparada para que me cambie la vida de esa forma. La semana que viene, llama a tu amiga Kika, y concerta una cita... ¿Vendrás conmigo? - Por supuesto, cariño. Cuando terminemos la llamo, ¿Pero estás segura?, ¿no te arrepentirás de ello? -Nunca he estado tan segura de tomar una decisión. No quiero, Bibi. Ahora quiero pensar en mi, quiero ser egoísta y empezar una nueva vida... -¿Pero qué pasará con Angus y Feliciano? - Que sean felices y que coman perdices, pero les dejaré todo clarito a los dos; Quedaré con María Angustias y Feliciano. Y después finito, después mi vida, Bibi. Me besó, y con la sensación tan placentera de la conversación y las caricias me quedé dormida.
-Al final del pasillo está la sala de espera, allí le dirán algo. El taconeo de los zapatos a toda prisa hizo que Chusa se asomara al quicio de la puerta. - Marco, prepara la artillería que empieza la guerra. - ¿Pero qué pasa? Tú haciendo amigos, como siempre... - Viene los tacones malditos de Angus y Feliciano con las manos en los bolsillos. - Bueno... se va a liar... y Susa indispuesta. -No se va a liar, me voy a liar yo a repartir hostias a diestro y siniestro, sin entrar a razones. -Anda, calla, que parece que tienes un cementerio aparte. Hablo y si te necesito, te achucho. Reímos y nos dimos un beso en los labios, como enemigas íntimas. - Hola, Chicos, ¿qué tal está Lola?.- pregunta Angus preocupada a Marco. -Creo que sobras, creo que no te han dado vela en este entierro, ups, perdón en esta sala... .- Mira a Chusa con media sonrisa, por el lapsus cometido. - Me he enterado por Úrsula, que se lo ha dicho la portera de Lola, porque va a limpiar el bar. - Creo que ése y tú os podéis marchar.- Categórico. - Eres muy injusto conmigo, hemos compartido mucho, Marco. Somos amigos... - ¿Qué? no me hagas reír que se me ha olvidado reirme... Yo no tengo amigas traidoras. Largaos. - ¿Susa? ¿no ha venido? -Sí, está donando sangre para Lola, y ahora lárgate... .- le dice Chusa desde la ventana, de espaldas como si tuviera ojos en el cogote. - ¿Susa? ¿donando sangre?, pero si está embarazada. - ¡¿Cóoomooo?! ¡¿Queeeé?!.- Chusa y Marco al unísono. En ese momento, Chusa se agacha y coge su zapato con rabia, y lo lanza con fuerza a la cabeza de Feliciano. -¡Malditos tacones!.- grita Angus. Feliciano cae al suelo con el tacón de Chusa clavado en la coronilla.
CONTINUARÁ...
Capítulo 16: Penas, mentiras y Manolos.

- Le quiero y punto... le quiero, y sé que voy a vivir con la pena toda mi vida, pero he cambiado, Bibi,... aprenderé a vivir sin él, sin... .- miraba a Bibi, señalando con mi dedo indice al ombligo. - Déjate de cantinelas, existen hombres para aburrir, y existen hombres para mandarlos a la mierda con todas las palabras... Plantearte una nueva vida alejada de Feliciano es lo mejor que puedes hacer, y haz algo que enriquezca tu vida como un curso de cocina, o de jardinería...
- O comprarme un perro, o mejor... un gato.- le digo mientras la enfermera terminaba de desinfectarme la incisión de la aguja. - Bravo... es mejor aprender jardinería o cocina que psicología masculina... donde esté un buen plato de lentejas, o un ramo de orquídeas, que se quite un hombre porque nunca llegas a conocerle del todo... Para muestra un botón.
Reímos, aunque mi mirada estaba perdida en esa habitación tan blanca, y algo en mi podía cambiar la decisión que marcaría mi destino para siempre. Lo primordial, la salud de Lola, y luego comenzar de lleno en el nuevo rumbo, quizá un viaje o un cambio de casa. Cuando era más joven cada ruptura suponía una mudanza, o bien de cabello, de estilo, o incluso un gasto extra con mi tarjeta de crédito, que es la que más acababa sufriendo.
- Hombre de 38 años con Traumatismo craneoencefálico con laceración en zona parietal. Herida directa por baja velocidad y hendidura por tacón de aguja de zapato de la marca... a ver... sí, aquí está, MANOLO BLAHNIK... semiinconsciente. Tensión normal y oxígeno al 97 por ciento. Se oyeron risas en el box en el que entró Feliciano y Angus...
Chusa detrás con dos agentes de policía: - Perdona, ¿me devolverán mi Manolo? .- andando coja con un solo zapato. - ¿Cómo dice señorita? - Le digo que es mi zapato el que está en la cabeza abierta del señor de la camilla... y además cuesta una pasta. - Forma parte del sumario, y es una prueba, de momento se encuentra usted retenida. Angus se vuelve y le recrimina a Chusa: - ¿Cómo has podido? - Cállate, que todavía tengo otro zapato... venga, largo. - Señores agentes, quiero poner una denuncia. - De acuerdo, ahora le tomamos nota, un segundo, que terminemos con la señorita Valmonte. La llevaron a la capilla del hospital, encerrada en una iglesia que para Chusa era lo peor que le podía pasar; atea, y con un cierto rechazo a todo el campo asociativo de la religión. Marco no daba crédito a todo el embrollo en el que se encontraba y Bibi y Susa ajenas a todo. - Chusita, ¿has atravesado la cabeza del zafio ese con un Manolo Blahnik?.- Marco entre la risa y el estupor, gritaba al otro lado de la puerta, ya que se encontraba flanqueado por un agente. - A ver, despeje la zona... .- se dirigió el agente a Marco. - Tranquilito... soy su abogado y tiene derecho a tener uno. Déjeme pasar o aquí tendremos más de un lío. Marco desempolvo el carnet del Colegio de Abogados de su cartera, y lo enseñó al policía como si de un portero de discoteca se tratara. -Tiene quince minutos. - Gracias, y sonríe un poco, hombre, que es gratis y de momento no ha muerto nadie. Al pasar encontró a Chusa esparcida en un banco, con las manos en la cara, y de almohada su bolso. El ambiente parecía sacado de una peli de terror de serie B, a la luz de las velas, por
alguna alma perdida, y las miradas fijas de dos imágenes cristianas: San Sebastián y María Magdalena. - Bueno, bueno, bueno... me voy a sentar, porque esto ya es lo más - ¿Qué pasa, joder?.- se incorpora Chusa.
- ¿Qué que pasa? Mira, la puta y el maricón... - No sé que dices, venga y no me toques el... - Las imágenes religiosas... que esta iglesia es muy gay o muy preocupada por las desigualdades sociales... me gusta, Chusita... San Sebastián es mi mártir gay, y Magda, bueno lo de Magda... es muy fuerte.... - Vale... para, para... estoy acojonada... .- le dice Chusa mientras contempla su maquillaje en un diminuto espejito. - ¿Le has partido la cabeza al petardo ese con un Manolo? Eres lo máximo, Chusita... - Bueno, vete preparando que eres mi abogado... ¿cuánto me puede caer? - Vamos a ver, es un delito por agresión, la pena básica de prisión de tres a seis meses o multa. y el delito imputable dependerá de las lesiones, de los medios empleados: el Manolo.. .- se ríe.- de los efectos, pero conociéndoles seguro que pedirán indemnización por las lesiones, posibles secuelas... - Estoy acabada, Marcos... - Ni lo sueñes, tenemos una carta, que es Susa, que podrá mediar para que Feliciano quite los cargos contra ti, pero está la mala de la película que es Angus... - Ya... menudo cuadro tenemos, Susa preñada, Lola en coma, yo encerrada en una puta iglesia... Entraron tres agentes, portando un ordenador... - María Jesús Valmonte Bonezzi - Sí, sí, soy yo. - Le vamos a hacer unas preguntas sobre lo acaecido. - ¿Puede estar mi abogado? - Claro, no se preocupe... Estuvieron hablando media hora, Chusa lloraba sin consuelo, porque aunque es una mujer fuerte, se sentía ridícula, rota, un bicho raro, ante tanto suceso, desesperada porque en vez de preocuparse por su amiga Lola, estaba sumida en una detención policial por presunta agresión. - ¿Cómo se considera usted señorita Valmonte? - Culpable, indudablemente. Lloró abrazada a Marco, ahora temía que se cumplieran los peores presagios. Cabizbaja y triste, Chusa y Marco volvieron a esperar sentados a que Bibi y Susa salieran y contarles todo lo que había ocurrido. - Tesoro, voy a por una tila, ¿vale?.- Chusa asintió entre el desánimo y el silencio plasmado en su cara.
Marco salió de la sala, y respiró un aire húmedo como augurio de una llovizna pequeña sobre su cabeza. Miró su móvil, y pensativo, quiso llamar a su socio de Bufete para cerciorarse de lo que se le venía encima... Mientras buscaba el número de móvil, y seleccionaba monedas para las tilas, escuchó una voz familiar, se acercó a la puerta entreabierta donde se podía leer "Sala de Curas" y Angus habla por teléfono.
- Sí, estamos en el hospital Montepríncipe. - No, yo estoy bien, ya te dije que perdí el bebé... estoy con Feliciano que ha sufrido una agresión. - Vale, vale... - Te llamo en cuanto sepa algo.
Antes de que colgara, Marco se difuminó entre la gente del bar a la velocidad del rayo... y una leve sonrisa se le dibujó en el rostro. - Ahora todo cambia.- susurró.
CONTINUARE...
Capítulo 17: Un resquicio de Luz.
La tarde se volvió azul, y entre las ventanas de la sala de espera entraba pequeños haces de luz del fluorescente donde se podía leer... "Visite nuestro Bar". Chusa y Marco descansaban apoyados el uno en el otro, en la mesita auxiliar varias cervezas, y dos bolsas arrugadas de snack de patata.
- Joder... nos hemos tomado tres cervezas cada uno, y dos bolsas de patatas grasientas que quedarán de por vida en mis muslos.- dice Chusa al aire condensado de un verano que ya iba tocando su fin. - Hostia! es verdad... AAAAAAAhhhhhhhh!!! mi cuerpo es invadido por hidrocarburos.... .- grita Marco como si fuese poseído por el demonio.
- Jajajajajajaja... será hidratos de carbono... cenutrio. - Sí eso, tres días en el gym, tengo una reputación que mantener, y esas no se mantienen solas....- se pone de pie y sus manos recorren su contorno abdominal.- La vida de la Top model es muy dura, chica. ¡Ay, amor, no me dejes sufrir! - ¡Qué teatrero eres, mariconazo! Ven dame un abrazo que estoy desahuciada emocionalmente... Se fusionan en un largo y entrañable abrazo. En ese momento entramos Bibi y yo agarradas del brazo. - Chicas, ya estamos aquí. Corren al encuentro, yo cansada, me siento en una de las sillas que mira la vida pasar... - Reinas, no os podéis imaginar lo que ha pasado en tan solo dos horas y media, vuestra querida amiga, Chusa... .- le interrumpe tapándole la boca con la mano. - Lo primero de todo, dinos como estás.- interesada, Chusa.- que nos hemos enterado que estás embarazada... - ¿Cómo? ¿Quién os lo dijo? - La petarda de Angus... llegaron ella y su novio El antiguo... - Feliciano, ¿está aquí?.- me incorporé ante la sorpresa. - Bueno, estar, estar, lo que estar no está... Estaba, ahora duerme, el pobre.- Marco se contiene la risa.- - A ver, Marco, joder, explícate... - Bueno... siéntate en el sofá ese de ahí, que estarás más cómoda, porque vienen curvas... ¿Quieres que te traiga algo? ¿Bebida, Comida, Arsénico? - NO, cuenta. - Bien, la extraña pareja ha venido para preguntar como estaba Lola, porque supuestamente, Ursula, la del bar, trabaja para ella... Hemos tenido una pequeña trifulca, al decirle que tu estabas donando sangre para Lola, lo ha soltado la muy perra. - Ya... no quiero saber más, Marco... ¿se han ido? - Ahora viene lo bueno, querida, al soltar la bomba a traición de que estas embarazada, Tu amiguísima Chusa, le ha lanzado el Manolo a la cabeza... - ¡¡¿Quééééééééééé?!!.- suelto la bebida isotónica que me habían dado en la sala de extracción junto con el sandwich de pavo. Un temblor recorrió mi cuerpo, como si la sangre que me habían extraído no hubiera sido repuesta. Un gélido respiro cristalizó mis pulmones, y en ese momento supe que Feliciano
pasó a mejor vida, ya no dentro de mi vida, sino en el exterior de mi corazón. -Susa, amor, ¿Qué te pasa?.- le acarició Bibi. -Nada, espero que la extraña pareja sea feliz, yo paso ya de esconderme... y a vosotras.- me giro a Chusa y Marco.- os quiero decir que voy a abortar no quiero tener el bebé de una persona que juega con mis sentimientos, que no me quiere. Rompí a llorar, y las lágrimas hicieron resquebrajar mi interior... - Cariñooo... todos te apoyamos... lo que decidas estará bien.- Sentenció Marco. - Susa, pero hay algo que debes saber, después de interrogar la policía a Chusa y de hacer todo el papeleo que conlleva un delito, me fui a la cafetería a por tilas porque nos iba a dar un jamacuco... y cuál es mi sorpresa... - Marco, no tiene importancia, ya se lo cuentas.- le interrumpe haciendo un ademán hacia la puerta.
Apareció Angus seria, con un informe médico en la mano, parecía que por su cuerpo había pasado cincuenta años... - Joder, si parece la ama de llaves de Rebeca, me da yuyu....- susurra Marco. Chusa descalza y coja de un pie, se levanta junto a Bibi, como flanqueándome para protegerme y Marco me abrazaba fuerte...
- No eres bienvenida, vete, Angus, no quieras acabar como tu novio en camilla.- severa, Chusa. - ¿A qué vienes? No queremos a que remuevas más mierdas, por respeto a nuestras amigas, te ruego que te vayas.- le señala la puerta Bibi.
- Vale. Me iré... pero Susa, debes saber que necesito hablar contigo en privado. Feliciano se encuentra ingresado y está estable. Es una cuestión que nos afecta a las dos, únicamente a las dos. Sus palabras cortaban mis entrañas como afiladas navajas, me tapaba los oídos, porque el odio empezaba a apoderarse de mi... Lloraba para ser la dueña de mi silencio.
- ¡Qué te vayas, coño!.- la empuja Chusa. - Angus, de verdad, no estamos cómodas, además esperamos a los médicos para que nos cuenten cómo está Lola. - Susa, sé que estás embarazada... y Feliciano también lo sabe. Las dos esperamos un hijo de él... tenemos que hablar. Me recompuse la miré y le dije: - Yo no estoy embarazada, he abortado, tú y yo no tenemos nada de que hablar, estábamos unidas por un hombre, como un cordón umbilical, pero lo corté.- las rodillas me temblaban.- por lo tanto no quiero volver a verte nunca más, ¡¡¿entendido?!!. Mi única preocupación es Lola. ¡Largo!,- me senté de nuevo. - Susa, ¡Por dios!, ¿cómo has podido sacrificar la vida de un bebe del hombre que amas?.- llevándose las manos a la cara, apunto de llorar. - ¿Pero esta tía es gilipollas, o qué?. Vete de una puta vez o me lío la manta a la cabeza.- Chusa enfadada.- ¡Cómo te atreves a decir lo que tenemos o no tenemos que hacer! ¡y eres una Hijadeputa, por venir a malmeter cuando estamos al borde de la crispación... ! ¿Qué interés tendrás tú en el bebé de Susa? ¿no será que tú no estás embarazada, mala pécora? - ¡Vete a la mierda! Y búscate un abogado porque te vamos a meter un puro que te vas a enterar. - Jajajajajaja, el abogado soy yo... y ten cuidado con lo que dices, que se puede volver en tu contra... Hablaremos muy pronto, y ahora vete. Angus se marchó cabizbaja, cruzándose con los médicos de Lola. - Buenas, ¿Los familiares de Lola González?
- Sí, somos nosotras... díganos. - Buenas noticias, la señorita González se encuentra en la unidad de cuidados intensivos, y ha despertado del coma. Se encuentra en estado grave, y la operación ha salido bien. - Bien, Lolita... eres una superwoman... .- susurré, contenta... pero vacía.
Suena el teléfono de Chusa, corre a contestar. - Joder, ¿qué quieres?, me has llamado diez veces hoy... estás muy pesada.- grita.- ¡¿Cómo?! ¿Qué estás en la ciudad?, lo que me faltaba... vale. Adiós. - Chicas, me cagoenlamadrequemeparió, mi hermana Begoña está aquí, viene a quedarse y dice que tiene problemas... como si los demás no, ¿no te jode? qué los podemos cambiar como cromos...
continuer...
Capítulo 18: Con ella llegó el escándalo.

- ¿Ves, cariño?, tu sangre la ha dejado como nueva.- me besa y me zarandea Bibi. - ¿Cuándo podremos subir a verla?.- reclama Marco con una gran sonrisa. - Bueno de momento está en la U.C.I. en cuanto la bajen a planta, que será en cuestión de unas horas, podrán encontrarse con ella. Pero por favor nada de emociones fuertes, la señorita González necesita descansar y que poco a poco vaya retomando su vida diaria. - ¿Cuánto tiempo debe estar ingresada?.- pregunta Marco con insistencia. - ¡Lo que haga falta!.- mirada matadora de Chusa a Marco.- Gracias doctores, estaremos tomando un tentempié en la cafetería. - Les mantendremos informados.- se marchan. - ¡Disculpen!.- grita Chusa. - ¿Sí? - Quería pedirles un favorcillo, he perdido mi zapato carísimo en un intercambio de opiniones, ¿Serían tan amables de dejarme unos zuecos, de esos.- señalando a los pies.- verdísimos, de los que usan ustedes en los quirófanos? - Espere aquí. Veremos lo que podemos hacer. - Muchísimas gracias. Al girarse Chusa nos dice: - ¿Qué coño miráis? Un estruendo retumbo en la sala de espera porque todos nos desternillamos de la risa; estábamos felices por nuestra Lolita, en unas horas, podríamos abrazarnos los cinco de nuevo. - Venga, Chochos, os invito un vino en la cafetería del hospital antes de que me enchironen y me arruine.- nos abraza Chusa. - Tenga Señorita un par de zuecos, cuando disponga de sus zapatos devuélvalos en recepción.- le manifiesta la enfermera vinagre. - No se preocupe, Gracias. - Mirad chicas, son morados, como mi blusa... ¡No!, si encima estoy divina con unos zuecos sanitarios, al menos voy conjuntada... Aunque, me vais a perdonar, pero yo no me voy de aquí sin mis Manolos. Reímos de nuevo Chusa estaba contenta, ajena a los problemas que se le venían...
"Dónde estoy... qué me pasa... Respiro... Puedo ver... Muevo mis piernas y mi brazo... izquierdo, el derecho no... ¡Dios santo!.. Mi vida está restringida, no recuerdo que me pasa, para estar en esta habitación blanca, llena de aparatos por todas partes... Oiga, usted, ¿no me oye?, ¿Por qué me sonríe...? ¿Quién es usted?
Hago lo imposible, pero es como un devenir de mi misma, soy un río que fluye constantemente, me agradan las cosas tenues; el frío del líquido que entra por mis venas, como viento que precede a la lluvia... Es chistoso verme así desprovista de cuerpo, pero mi alma resulta ser más idiota que mi cuerpo... Siento impotencia, y mis lágrimas mofan mi estado, como un miedo a no despertar, a que mi sueño no sea un punto y aparte, y que pueda percibir todos los lados de la vida... Tengo miedo, repito, el entorno a mi dormir me ha superado pero no siento la respuesta a todo lo que sucede, desespero como frágil cristal opaco.
Ni sueños, ni recuerdos... procedimientos, hablas y cuidados, quiero amanecer junto a mis ojos, iluminando mi alma... Tengo que guardar esto en alguna parte de mi y no hay nadie quien me ayude... Me comporto como otra mujer, y me estoy dando cuenta que soy yo misma..."
- Me marca más veranear con mi hermana la Chusa que ser lesbiana, Sí, en serio, la relación entre dos mujeres está tratada desde el punto de vista del mito masculino. Estoy hasta la perla mojarrilla, de que mi estado de bollo sea tratado cerco de lo masculino... Y seguro que todo hombre hetero le mola lo que hacen dos mujeres en la cama: pues bien, les diré que yo cuando ligo con una tía, llegamos a la cama, nos desnudamos y nos calzamos nuestros trajes espaciales para recorrer paso a paso la luna entera...
Uy, perdón, no me he presentado... Soy María Begoña Valmonte Bonezzi, Beg para los amigos... Soy persona, lesbiana, natural de El Hoyo, Córdoba. Mi delito para emigrar a la gran ciudad: enamorarme como una tonta, y sufrir por un amor imposible. Ser mujer, lesbiana y maestra de un colegio en el pueblo, es sentenciarte para siempre a la amargura de un pozo sin fondo. Abandoné mi amor y mi tierra para que ella pudiese ser feliz.
Mi madre me decía que era como un personaje de Eugenio d ́Ors, una verborrea pescadera... Ahora juego al escondite en las faldas de mi hermana Chusa, aunque me hubiera ido a París a inundarme de luz. - Perfecto, Beg. Te llamamos.
- ¿Ya? pero no te he contado nada de mi vida... Fui transportista de leche de un camión cisterna, y en mi adolescencia me lié con el párroco del mi pueblo, claro que eso era antes de ser lesbiana pura, no mixta... - Vale, vale, bonita... la puerta está ahí.
- Bueno, dos besos, ¿no?
- Perdona..., dos vinos blancos, una cerveza sin alcohol y una con limón, ¡ah! y una ración de croquetas.- pide Chusa al camarero. - Estoy mareada, con ganas de vomitar.- le digo a Marco. En ese momento le sueña el móvil a Chusa.
- ¡¡¡Mecagoenmiputacarabela!!! Mi hermana Begoña.- con desgana contesta.- Dime, Beg. ¿Qué te pica ahora? ¡¡¿¿Quéee??!! ni lo sueñes... te veo luego, pide las llaves a la portera. - Joder, tía, ¿Qué pasa?.- le dice Marco preocupado. - ¿Qué, qué pasa? que a mi hermana la han cogido para participar en un reality Show...
Todas miramos a Chusa, y nos partimos de risa, porque ya nada más podía pasar hoy. 
Continuará...

Comentarios

  1. Lo tengo que leer otra vez, porque seguro que he perdido mil cosas entre los recovecos del relato.

    Es divertido, intenso, loco y serio al mismo tiempo: estoy fascinada.

    Enhorabuena por escribir así y gracias por compartirlo con todos.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares