la última vez

- Te seguiré amando aunque me vuelva loca.- acariciaba las palabras entre los oídos.

Desnuda, frente al acecho de la locura, aferraba al corazón como el último intento, como la última vez...

- Haz que me devuelvas la cordura de tu sentimiento.

Se acercó, y sin más se dejó caer sobre sobre su cuerpo, inerte, lejos de los jadeos continuos de hace tres minutos.

- Tengo miedo de tu miedo, de no olvidarte, de pensar en pensarte y acabar en el dolor del turbio esbozo del adiós... .- Soltó mientras recogía sus piernas entre su pecho, cerrada al exterior, inmersa en la última vez.

Ella miraba al horizonte, él no miraba, de espaldas musitó:

- Esta mañana se nos ha acabado la eternidad... La última vez fue ésta....-

Sentado en el alféizar de la ventana, sobrevolaba el madrugar violeta en la habitación del hotel al que año tras año reconfortaban el alma.

Se abrazaron como niños indefensos, se besaron, se despidieron con un adiós prolongado, dulce.

Siempre terminaban igual, bajo la insignia de la recalcitrante despedida y las palabras tendidas en sus labios:

- Es, y será la última vez.

Ella se vistió con la soledad de la mañana y la inapetencia de la pasión desbordada de una larga madrugada.

Mirándose al espejo, y coloreando sus carnosos labios, murmuró:

- Veremos si es la última vez.

Cerró su bolso, y de un portazo sonrío feliz.

Amanda, gracias, por sentir cada palabra en cada relato, y cada relato en cada momento. Mil gracias.