Perdida...



- Tú cara me suena.- sonó como si quisiera ligar con ella... Se giró invisible ante mi y una gran sonrisa fue la respuesta, cercana, y me sentí protegido como si estuviese en los pies de mi cama...
Desde entonces, intenté descifrar el sentido de su vida, poco a poco, sin poderes paranormales, simplemente con la verdad y al arrullo de su alma, tan caliente tan limpia... A partir de ahí nos labramos una amistad a fuego...
Si me preguntaran cual es su forma de estar en el mundo, respondería que ella planea al ras del suelo, enfundada en su corazón, sintiendo la envoltura de su naturaleza vacilante... Se muestra tal es, sin ser heroína de cómic, pero con falta de fe en si misma, por eso las tardes frías de invierno se introdujeron en su ser, condenándose sin respuesta ninguna.
- Mis miedos....- susurra como si las palabras la estorbaran.
Tus miedos, querida amiga, son mis miedos, perdidos juntos, olvidándonos donde vamos, siendo noches infinitas con millones de proyectos de futuro que cumples al dedillo, sin caer...
Me asomo a tu aturdimiento entre razón y ser, elige el camino de mi mano que sabes que te encontraré lista, amanecida y feliz.
La noche cerrada dará paso al día en tan solo un segundo ya no estarás perdida, solo un cruce de miradas y una sonrisa hace que ese sentimiento se desvanezca...
Sólo, por poco haremos llenar tu vida de pequeñas alegrías haciendo desaparecer todo lo pesado de tu razón, en este caminar... y llenarte en un solo momento de felicidad.
Amiga, veo la vida pasar y en tu mirada encontré la juventud de tu corazón libre... lo experimenta tu alma, tus miedos volarán al nunca más y no asomarán a tu voluntad... Mi mano guiará tu rumbo y yo podré seguirte hasta allí, encontrando la salida, por eso si te vas, si tu no estás, me perderé en el olvido.
Quiero perder la conciencia cada vez que te veo, y agarrarte para que no caigas, escucharte aunque sea a escondidas, sentirte y protegerte...
El desmayo de nuestro tiempo llegará en forma de brisa fresca entre la salida de tu sol y la vida de mi océano de sal... Buscaré siempre quererte.


NUNCA TENGAS MIEDO A SER FELIZ... AMIGA MÍA... PASAS POR UN BACHE Y YO PONDRÉ MIS PALABRAS Y MI ALIENTO PARA QUE LA PÉRTIGA DE LA VIDA ARRASTRE TU OSCURIDAD... TE QUIERO SIEMPRE, M.



Comentarios

  1. Que bonitas palabras de aliento, de amistad, palabras que se meten en el corazón para luchar contra esa oscuridad que hiela el alma...¿Quien no se ha sentido así alguna vez? y es que estos momentos hacen que nos hagamos más fuertes y duros. Y sobre todo hay que pensar en que nada dura eternamente. Hay que agarrarse a la vida, al abrazo de un amigo...al beso de un hijo...pues eso es lo importante en la vida..y que siempre estará.

    ResponderEliminar
  2. Amigo, o mejor MI Angel, no sabes lo bien que me hacen sentir tus palabras de aliento, en este día que he ido como tu ya sabes perdida con mi carro que parece que pesa igual que todo mi angustia y pena que no deja de vagar en mi cabeza y no encuentro solución a este mal que me inunda de pena y desaliento, no sabes como me gusta la vida y lo plena que es ahora y en este estado viene el kaos mas absoluto, pensar mas de un millon de veces al dia que se multiplican por otras mil y no me dejan ya resperirar, que esto es efímero que algun día vere algo de lo que más quiero desaparecer, me inunda solo un miedo absoluto mi propia muerte y parece que me agujerea la cabeza,que absurdo no se vivir pendando que algun dia he de morir, y por que no soy mas mundana y me dedico a vivir sin pensar todos los minutos que ha durarado el dia de hoy en el porque de mi existencia y el porque en realidad del sentido de todo esto, es angustioso o quiza paranóico, solo quiero vivir sabiendo que puedo ser feliz sabiendo que algun dia debo morir........en este momento solo ha podido salvarme una sustancia para relajar mi mente y dejar porfavor de pensar........un dia mas

    ResponderEliminar
  3. No conozco a anónimo, como es natural, pero me suenan tanto esas amargas palabras...
    Erase una vez una mujer que sentía el oscuro mundo encima de sí. No había consuelo para ella. La música sacaba de sus ojos las lágrimas más amargas, no había consuelo para ella. Vino hasta ella una pequeña hada que le dijo: quizá mañana, o pasado, sin proponértelo, cuando despiertes veas una nueva luz en el sol, y tu tristeza se írá para siempre. Así fué, y la mujer que en días pasados había estado tan triste, renació limpia, nueva y sonriendo de nuevo a la vida.
    Anónimo, todo esto que acabo de contar pasó un día, y a tí, que no te conozco también, verás.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares