La idea inexacta de Emma ...

"No puedo conmigo misma, me odio, hasta tener que darme la vuelta del sentir mi quejido ante tanta negra naturaleza por la que poso.
La ausencia de pensamientos destila mi inexacta idea vaga que tengo de mi misma... El quererme, el sentirme, el palpar carne entre mis dedos, no lo veo capaz... No es suficiente tu mirada, no conforme con que salga el sol y sus rayos cieguen mi existencia... Quiero convertirme en Emma, en la idea perfecta de Emma, en una imagen que personaliza en mi cabeza, sin ser liviana... Quiero ser un pensamiento, una idea, y sobre todo una ilusión."

Se contempló en el espejo entre las esencias de cedro y amapola, por el rastro dejado de su amante, impregnando su piel aroma dulce.
Olía, mientras acariciaba con la punta de su nariz su brazo, y toda la piel se erizó provocando un escalofrío hasta la encorvadura de su empeine. Una mueca triste le produjo unas lágrimas que limpió con fuerza dejándolas difuminadas entre sus manos.
No se quería, no estaba a gusto consigo misma y le sobraba hasta el aire que respiraba... No soñaba ya, simplemente no encontraba su sitio entre tanta variedad de felicidad; nunca aprendió que el anhelo del ser humano es encontrar la felicidad eterna.
Imposible e impasible ante el abrazo, Emma no soñaba despierta, sólo tenía pensamientos raros, sin color y no tenía nada que ofrecer en su tarjeta de visita; espantaba la risa y absorbía los miedos..
- Necesitas quererte a ti misma, Emma.- le abrazó contemplado los dos cuerpos en reposo en el espejo.
Volteó la mirada entre el espejo y su reflejo, como diciendo adiós, una triste despedida y se colgó del cuello de su amante de ocasión, besándole con rabia.
Perdida entre realidades y oscuridad, celosa de sus actos, culpable por distraerse en cosas banales y engañada por saber querer.
Durmió vestida y su alma desnuda reposaba entre la confusión de las sábanas usadas, testigo mudo del deseo profundo.
Emma tenía energía pero no regalaba gratuitamente su sonrisa y decidió verse dentro de su interior, en ese espacio para ordenarlo, para elevar su estima y aspiración...
Sin hablar, se pidió perdón, y resurgió entre la negatividad y su pintalabios rojo.
No se dio miedo y comenzó a vivir entre sus huellas borradas, sin obsesiones y con una inquietud: tener fuerza y valentía para quererse a si misma.

Comentarios

  1. Me gusta ...quién no ha tenido un día malo...que te sientes pequeñita, desbordada por las situaciones...o que te invade la tristeza. Lo bueno es como describes: resurgir de la negatividad y tener fuerza y valentía para quererse a si misma.

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