femenino singular IV: Carmen, el don de la Alegría.


En Noviembre, preludio de alegrías y con la caída de la dorada hoja caduca, naciste envuelta en lloros y una blanca mantilla, llorabas por los sueños bonitos y por si se acababa el tiempo o llegaba el fin del mundo. Me dejaste el paso despejado.
De nombre Carmen, significado en latín de poema, canto... Canto de esperanza, sollozando hasta casi la adolescencia sin motivo alguno, desesperación e inconformismo de todo cuanto te rodea. Siempre quieres más, un afán por superarte, por hacerlo con tesón y mucho amor propio.
- He de decirte que el sol sale en mi vida cada vez que haces acto de presencia...
Enredada entre rebeldía y bondad, dejaste de lado el otoño, dando lugar a la noche con una vieja manta, y con acordes de una guitarra muda, haciendo frente a las inclemencias climáticas y al torbellino de nuestra madre, que a modo de policía velaba sentada en el viejo sofá, desamparando el sueño a su suerte, pero lo importante era corregirte, ser una muchachita de provecho, mi Carmen. Presenciaba tu dolor y te regalé besos de papel con mi mirada, anclado en tu quehacer, defendiendo lo indefendible, sin pensar en hacer el daño que podíamos hacer.
Tu adolescencia te la pasaste cuidando de un niño con pañales y miedo, al que tratabas como parte de ti, aunque cuando aparecí con el sol montado en mi cabeza, tu primera sonrisa torcida era para mi, aglutinando algún que otro vaivén sobre mi endeble cuerpecito... La pelusa te hizo estragos, pero, maldita pelusa, que gracias a ella, estamos unidos como las termitas a la madera; hacemos sitio en nuestro recuerdo con palabras nuevas, con deseos olvidados de la infancia.
Siempre has dejado de ser para hacer, para darlo todo en todo momento, e intentar hacer de lo negro blanco, y de lo gris, rosa.
Hace tiempo tu razón perdió sobre mi cristal lluvioso, pero ahora recompones trocito a trocito, justa y precisa como un robot, haciendo lo que crees íntegro para dos.
Eres el agua con el que he de beber, naturaleza emotiva y clarividente envuelta en Alegría, expresada por la perseverancia, la concentración y la suficiencia motora de tu amor. Eres lo que es y lo que puedes ser, sintiéndote admirada con la independencia de acción y lo original de tu risa.
Eres de pensamiento previsor, práctica, alegría grande en cada poro y planeas sobre el tiempo, volviendo a invocarte, a sentirte.
"La poesía puede hacer bajar del cielo a la luna", así eres una recitación poética, un enclave en el júbilo y un reposo en la felicidad, de la que mereces gran parte de ella...
La suerte de nuestro lado está, por tenerte en nuestra vida... Afortunado haces a quien te halla, olvidando el ruido de la tristeza.
Ya sabes, si dudas, dudaré yo también; el mundo no gira en la misma dirección por eso te encuentras en medio y sin mirar atrás.
Eres el don de la Alegría, de la ebriedad más viva, de la magnificencia hecha mujer.
A veces tengo que hacer de tripas corazón, para cuidar de ti.
Tuyo siempre.

Comentarios

  1. Que bonitas palabras, cuanto sentimiento hay en ellas... si es que es fácil quererte con estas cosas que cuentas de mi, de hacerme grande cuando soy pequeñita, de empujarme a hacer, a sentir, a vivir... muchas gracias por hacerme partícipe de tus relatos, de tu vida y sobre todo de expresarlo de esta manera que sale del corazón, pues yo con lágrimas, congoja y sobre todo con orgullo de hermana no tengo palabras para expresar cuanto te quiero... tu eres el artista, mi artista y si es verdad que cuando tu naciste los celos me corroían, yo acostumbrada a ser la peque...más de un pellizco clandestino te llevaste ...y eso si unidos como las termitas a la madera, me ha encantado la comparación porque es verdad, lo siento así. Eres mi balsa, mi refugio, mi confidente. Mil gracias por quererme tanto.

    ResponderEliminar
  2. Qué bueno es amar así. Te lo he dicho alguna otra vez, pero molas mucho, Flanagan.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares