"Lorquiano"

Me gustan tus manos, a la noche, a la tarde, a la mañana... mientras las lunas emergen entre tus soles, bajo tu papel de plata, de tus lágrimas... Lo que reluce la navaja de la gente que friega el porche, debajo del manzano, un peral... sin sangre, y tu arrullo entre tus manos modestas entre mis cabellos pardos... No temas, el cristal de los balcones traspasan tus ciegos gestos, deja que entre en tu corazón, bailando con los gitanos, entre las llaves de colores que sostiene el niño.
Fue a las cinco de la tarde, como mi alumbramiento, nací ya Lorquiano... y de color verde, verde viento, verde rama y el caballo de montar en la montaña... tus manos están montadas en mi piel y el niño trajo la sábana blanca... Federico miraba, miraba dentro de la torre de la Vela.
Allí la reina mora en la romería, las señoras del abanico van por el puente del fresco río, los señores de levita miran los puentes sin barandilla y tus manos ya no están. Las piquetas de los gallos buscan la aurora entre tus manos, sin compaña, buscando alegría y la persona.
Vestido de camisa de hilo ibas, bebiendo agua de las alondras, Federico sonríe, entre el beso, sólo uno que me diste en el encuentro, la tarara rota, tarasca viva... Las manos de mi cariño, bordan con alelíes y rosas de mosqueta tendidas en la primavera blanca... tú montado en caballo, la luna llena observa tus brazos cuando me abrazas, eso me vale de noche.
Por eso, porque por tu amor me duele el aire... y trabajo me cuesta quererte como te quiero, de blanco como el pañuelo, y la mar no tiene vida si no estás... Granada con quitasol, de verde, que te quiero verde como el zumo de lima limón, así apareciste, radiante con tus palabras, pececillos, nadando entre tu amor.
La tristeza que tuvo tu valiente alegría, tan rico de aventura y el recuerdo de una brisa triste por los olivos.

A ti me debo,




Comentarios

  1. Que bien has ido uniendo palabras de sus versos... y los has hecho tuyos ¡excelente!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares