V o L v E r

Qué bonito es volver a saber de personas queridas... qué bueno es sentir el cariño de antaño... qué maravilla es recordar todo lo vivido, inocentes, frágiles y llenos de vida...

Se me escapa de la boca, como el salivar de un dulce fuera de temporada, el tarareo de :

" Sentir, que es un soplo la vida,

que veinte años no es nada,

que febril la mirada

errante en las sombras

te busca y te nombra.

Vivir,

con el alma aferrada

a un dulce recuerdo,

que lloro otra vez..."

Rememorar la complicidad de una risa, de un llanto... de un cariño; desde luego que la casualidad, el destino es bueno, inocente y sincero, despertando viejos anhelos, deseos de saber de alguien que en otro momento de tu vida te fue feliz a su lado... confidente, llena de ingenuidad...

Hemos exhumado los restos arqueológicos de los sentimientos más puros, de nuestra historia más bonita, como si de un halo mágico se tratase; sentirnos felices, simplemente de escucharnos.

Verdaderamente esto es un buen análisis de la condición humana, de cómo se siente uno mismo de ver parte de un momento de tu pasado en el que fui feliz.

¿Quién dijo que segundas partes nunca fueron buenas? Gracias, LO.