Feliz Cumpleaños




Hubiera cumplido ochenta anos, hoy. Trece desde que te fuiste en el mes más lento, recién entrada la primavera, y recién deshabitada mi vida.

Hubiéramos celebrado como siempre, todos en tu entorno, como si cayeran flores por todas partes. Regalabas sonrisa a diestro y siniestro, y siempre comentabas con orgullo que no tenías ninguna arruga: "Veis, ni una arruga, como mi madre, gracias al jabón lagarto, con el que de niña me lavaba la cara."
Doy fe de ello, ninguna arruga, tersa, y nada de potingues, algo de sombra de ojos para engrandecer sus ojos verdes, donde yo me posaba dando la vuelta al reloj, sin pausa... Cuando en la mecedora, de niño, me cogía en brazos entre sus pechos y mi cabeza reclinaba en su cuello; miraba su cara y sus pequeñas arrugas de expresión, hasta que vencido por el sueño caía por el letargo de sus latidos.
Ahora, te extraño en cada momento, y a veces oigo tu voz que me reclama... No sé si es una inspiración o un tormento... Es como si mis pies rozaran la hierba, como si flotase en silencio con los ojos cerrados, en duermevela.
Imagino un paisaje nevado con una llanura inmensa que termina en un valle blanco, yo descalzo, sin sentir el frío de la nieve, ando, pero es como si la escena estuviese congelada en el tiempo... y no te veo. Otras veces, te siento alrededor de un par de árboles florecidos, como te gustaba, los almendros en flor y su aroma rezumaba por tu piel. Estoy desnudo, pero no siento el frío. Solo soledad. El silencio y mis pies se hunden en la nieve, esperando algo, pero nada.
Este año ha sido muy malo, madre, y seguramente estarás triste por la pena tan grande que asola mi corazón... madre, ayúdame para volver a sentir la alegría que caracteriza mi alma... y volver a creer en el amor que tú siempre me has inculcado... Sé que siempre estás presente a mi lado... Sabes, madre, en estos momentos perdería la vida por darte un abrazo y estrellarme como la lluvia sobre tu piel.
Daría lo que fuese para sentir tu respiración contenida por nuestras confidencias de los últimos años, como si el mundo se inclinara para nosotros y al otro lado de la ventana varios árboles se sacuden el frío y el cielo de color azul cobalto, sin nubes reflejado tu mar de confianza, sin tempestades.
Hubieras cumplido ochenta, ochenta lazos unido a ti, ochenta besos al aire. Uno tras otro.
Feliz cumpleaños, no te olvido nunca, te extraño y no te preocupes si la tristeza se apodera de mi, pero al menos sé perder.
Te quiero siempre. Siempre!



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