DelHueco De TuAbrazo

Aquella noche en blanco y negro, la sangre corría por mis venas. La memoria, mi castigo. La luz que proyectabas, una ausencia prolongada. Veneno. Se acerca. Tengo motivos para odiarte. Mi letargo, un soplo de viento que susurra al oído que volveremos a vernos. La tristeza es infinita. Mi corazón huido entre los matorrales oscuros de la noche. Después de soportar una pena que alcanzó un te quiero de sombras proyectadas en las cenizas de lo que era. Dime que estás sonriendo en un lugar perfecto. No remuevas ruinas que tú hiciste, que yo hallaré escombros perdidos. No quiero enterrar un cariño muerto. Quiero volver a sentir tu amistad, tu afecto. Cambió un diario tristemente; no sé si me has querido de verdad, si fue un capricho, o una obsesión convertida en lamento. 
Me gustaría regalarte el hueco de mi abrazo, allí encontrarás tranquilidad. 
El beneficio de la duda se une con la libertad de equivocarse uno mismo.
Tu ausencia, alivia y me espina el alma... Sin llamarme mi vida, encontré un sentimiento precioso, con ilusión.
Cuando te hayas ido las sombras me atraparán en un desconsuelo, sin buscarte mis brazos ni mi boca. Esperaré al aire que será el mismo que tú respiras, a que me devuelva el recuerdo al olor de tu fragancia. 
tu desconsuelo de no creer y no querer creer en esa noche convertida en negro.
Aguardaré ese tren con retraso y giraré la mirada obnubilada por el rayo de sol. Un día apuñalado por el tiempo cosido a mi espalda como un navajazo. Muerte súbita de tu mirar. 
La luna me ayudará a sentir aquello que hace que la vida valga la pena; de esta vida hecha pedazos, de retales de memoria. 
Unos motivos de la huida: ausencia sin razón, sin saber. Te extraño como una soledad sonora.
No cambiaré el gritar en silencio un te quiero. 
Lo cierto, la sangre que bombea por mis venas, frágiles, sin rezar a un dios que no existe. 
Corazoncitos heridos en la marcha atrás con las entrañas de un querer. 
De verdad, este mal, amarga. 
Cerraré los ojos para alcanzar el destino, y adelgazaré como los poetas en Lisboa, tristeza sin fin. Lejos de ti. Lejos de mi. 
Creeré en el sol de la tarde, en las rosas blancas y en el cielo azul para construir desde la cloaca de la ceniza. Y resurgir. 




Fotografía: Elena Kalis

Comentarios

  1. Que la llovizna no empañe tus ventanas. Tienes un horizonte muy prometedor… <3

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