Sin principio y sin final...

Cerré los ojos, mis entrañas ardían, quería morirme, quería que me partiera un rayo, que me desmembraran y dejaran expuesto al sol mi corazón latente, púrpura, y verlo convertido en cenizas...
Tapé mi rostro para no enfrentarme a una realidad dura, llevada de puntillas, sin el don de la palabra, sobre el fuego de la tierra que quemaba mis pies fríos por el miedo que tengo de no ser escuchada, de no ser recibida entre vítores y caprichosos "te quieros" en forma de sorpresa sentida.
¿A dónde va mi amor, si me siento condenada por tu hecho? No me sé contestar y tú no me ayudas... Por eso volteo, y me vuelvo mía sin control.  
No tendré nieblas en mi noche si tú estás... Si eres mío, quiero latirte en un solo corazón.
Es por eso que la angustia de ser ninguneada en tu olvido, hace que mi cabeza revolucione en preguntas sin respuesta: ¿No sé si me has querido? ¿o me quieres? ¿o me querrás? Si vuelves entrará la luz de nuevo y la llama vivirá por siempre... Soy tuya pero de nada te sirve si no me arropas en tu pecho cuando desaparece la fe... Te lo doy todo, sin misivas, y tu lance hizo ahogarme en mi corazón herido. 
Ahora mi cuerpo está dormido; las caricias forzadas me fluyen como hielo derretido, tus besos son distantes, perdidos y el amor, una palabra que no he comprendido porque queriéndote tanto... me convierto tan frágil que mis ojos se bañan de tu culpa. 
No te alejes, despertémonos juntos que el cielo se abre y las nubes me recorren en un espacio perfecto que nos une a los dos sin los ojos del hombre desconocido del que me hallé y sin que las palabras se pierdan en la inmensidad del silencio. 
Guardaré el miedo entre el recodo de mi último aliento. 
Frente a frente dibujaremos las pasiones que liberen esa roca que subyuga mi temor.  

Sentada al lado de la ventana que le conectaba a su mundo, se levantó de la hamaca que movía con suaves oscilaciones pendulares y susurró a la luz de la luna: "Necesito que me quieras suavemente..., porque yo ya estoy aquí, dispuesta a respirar el aire que huele a tí." 

"Y ha de morir contigo el mundo mago
donde guarda el recuerdo
los hálitos más puros de la vida,
la blanca sombra del amor primero..."
(Antonio Machado) 

Mis palabras son bálsamo para tu herida, querida amiga, mi relato es la cicatriz que hará que la cierre para siempre... te quiero, P.

Comentarios

  1. Que bonito relato!!! Triste es amar y sentirse sola...que bien escrito, que bien espresado!!

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  2. "Necesito que me quieras suavemente..., porque yo ya estoy aquí, dispuesta a respirar el aire que huele a tí."

    Sublime.

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