No sé porque te quiero...



- No sé por qué te quiero....- se dijo para si misma, como perdiéndose por la tubería del desagüe del lavabo, mientras limpiaba su rostro maquillado de los restos de una realidad que hacía añicos su vida.


Tres años antes. Fiesta de fin de año.
Entre el barullo de la gente gritando "Feliz año", Clara, se veía pequeñita en la multitud y en la lejanía brindó por los mejores deseos, se sentía fea, por dentro y por fuera; por dentro por la pequeña mentira que arrojó a su madre del imprevisto de la cena de fin de año con gente del trabajo, y no decirle que cenaría con la familia de Fidel. Y por fuera, porque Fidel le compró dos vestidos que no favorecían nada su figura, máxime cuando era su presentación oficial ante la familia política.
- Madre, ella es Clara, la que da destino a mi corazón.- Fidel entusiasmado.
- Hola, espero que ya seas la que haga sentar la cabeza a este hijo mío.- le tendió una mano gélida y una sonrisa compuesta de arrugas de un rostro rígido y maquillado en exceso.
Clara tiñó su sonrisa de sinrazón. No supo que decir, tan solo un "encantada", pero no lo estaba, se le secó los labios y su corazón empezó a estar malherido.
Amaba a Fidel, le amaba en lo oscuro de su ser, en lo terrible de sus palabras, en el roce de su piel y en el llanto del arrepentimiento. Le regalaba sus ojos como si le dijera: "muerdo por dentro, amo por fuera...".

Dos años después.
La fachada de un matrimonio feliz poco a poco se resquebrajaba como el cristal que contemplaba su magullado rostro, que con sus lágrimas silenciosas y su alma de bolero consolaba en la soledad más oscura, la de su corazón.
- Me hacen falta tus besos, me siento seguro, quiero que me cuides, amor.- le susurraba después de la tormenta, estrechándola entre su cuerpo dormido y erecto, terminando en una pasión desenfrenada.
Clara seguía sintiéndose pequeña, diminuta. Aferrada a su maltrecho corazón, se levantaba cada mañana triste, y pensaba: "No sé porque te quiero..."
La rutina de Clara era la mentira, el ocultar su vida, mentirse tanto que terminaba creyéndoselo. A ojos de la sociedad era una mujer de éxito, libre, segura y excelente esposa.
- ¿Cuándo me vais a hacer abuela, Fidel?.- soltó la madre mientras engullía un trozo de asado.
- En eso estamos, Madre.- mirando a Clara que vaciaba su tristeza en su copa de vino, mientras se oían risas de los comensales.

De vuelta a casa.
Fidel excedía la velocidad marcada. Clara lloraba.
- ¡Al menos pudiste mostrar algo de entusiasmo en la comida, y sobre todo en la pregunta que nos hizo mi madre, ¿no?!.- golpeaba el volante, violento.
- ¡¡Contesta, Coño!!, ¡Pareces una puta estúpida!.- soltó el volante para zarandear a un cuerpo condenado a vivir.
- Déjame, por favor, Fidel.- sollozaba.
En ese momento, Clara quiso abrir la puerta del coche y tirarse en marcha para descansar libre, sentir la brisa fría en su cara y vivir para morir, aunque fue un instante. No pudo.
- ¡¿Qué te deje, dices?!.- grita .- cuando lleguemos a casa lo discutimos. A mi no me dejas otra vez con el culo al aire, que parece que estás desquiciada.


A la mañana siguiente.
- Rosa..., hola..., soy Clara..., ¿puedes ocuparte de mi agenda de hoy? estoy indispuesta, gracias, cielo.- colgó y se metió en la cama.


Hoy.
Los besos de Fidel se habían convertido tan amargos como la hiel, sus caricias eran cristales rotos sobre su piel y el corazón de Clara había aprendido el reproche, el miedo, y la inseguridad. Maldice el día en que robó su vida.
Herida, Clara retoma su vida, descuelga su alma del rencor, y decide partir sin que nadie comprenda su desdicha.
- No sé por qué te quiero....- se dijo para si misma, mientras componía su rostro en el espejo de la ilusión de vivir. Firme. Cierra de un portazo el pasado borracho de dolor.

Del recibidor cuelga una nota que reza:
"No te quiero más. No te quiero porque vivir contigo es vivir sin futuro. Me has matado en vida, destruiste mi amor. No te quiero más, porque si te quiero me castigo. No quiero que te arrepientas, no quiero nada de ti. No quiero condenarme ciega de mentiras.
Para mi eras mi príncipe, pero pasaste a cretino ahogando mi alma.
Hasta siempre,
Ahora sé porque no te quiero.
Clara."






Comentarios

  1. Me parece muy original el planteamiento del tema y la frase argumental NO SE PORQUE TE QUIERO, quizá si que veo que te pierdes en algunas frases; no es que te pierdas es que quizá habría que atarlas, pulirlo un poquito más porque de tanto sentío tal vez pierde centramiento pero bueno, es mi opinión.
    Tu compi petarda de la UNED, super Susa

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  2. Ah!! la foto del montaje es genial.ENHORABUENA escritorrrrrrr

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  3. Me encanta, Miguel. Todo el relato rezuma tristeza y dolor, y me gusta que me sorprenda ese final valiente, esperanzador.
    Violeta

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