Nocturno... (microrelato)

Elisa se acercó al precipicio de una noche con un cielo preñado de nubes, un viento favorable a su estado de ánimo le ayudo a secar sus lágrimas grises y desenredar su cabello suelto, libre.
Enmarañada en dudas, sumergida en la mezcolanza de su dulce sabor triste y de su agrio carácter alegre, ciega como el amor, no encontraba respuestas a las preguntas que cuestionaba.
Su mirada estaba cansada de ver pasar la vida, porque ya no retenía nada más. Su caminar blando, con pasos flexibles y débiles giraba en redondo hacia el mismo círculo tangente, igual que una danza africana sin voluntad.
El telón de sus párpados se cerraba para siempre, quería volar bajo su universo, sin poder coger su bendición... Cerró los ojos, se dejó llevar... Una buena sensación helada ensombreció su sonrisa.
Elisa creyó en si misma por una vez.

Comentarios

  1. Hasta que no hablamos el otro día no lo entendí, ahora al leerlo de nuevo me ha encantado, descripción perfecta de un estado de ánimo llevado a la desesperación... el final muy sutil.

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