Mitología del Corazón.

El corazón para todos nosotros es el órgano del vigor, de hecho, es el que alimenta con energía a todo el motor de nuestra vida; nos ofrece resistencia ante las adversidades, nos regala lozanía y frescura ante el afecto, nos premia con nervio y potencia ante nuestro crecimiento maduro al afrontar aquello que nos acontece, nos consigue solidez y firmeza por sentirnos amados, queridos, protegidos... y sin olvidar que viola y desflora a nuestra materia gris, anulándola traicioneramente...
¡Muy fuerte, el corazón!
IB, es el corazón en su parte psíquica, considerado uno de los territorios más importantes del ser humano; es la fracción del órgano que genera los sentimientos, el palacio donde habitan los pensamientos, la memoria, la inteligencia, conciencia, imaginación, valor, metis, ambrosía, el deseo...
Existe, por consiguiente, otra parte del corazón menos importante, por decirlo de alguna forma, el corazón en su aspecto físico, la que sabemos que es roja, o en grado superior azul... ¿misterioso a la par que absurdo?... Nuestro corazón sonroja la parte más absurda del ser humano, cicatrizado por el tiempo inexorable de la vida vivida...
Actualmente el corazón sigue siendo el símbolo por excelencia de las emociones amorosas, ya que refleja en los latidos la ofrenda de la pasión desbordada; Entendemos, que cualquier ser vivo muere si recibe una herida en el corazón, pero dicho corazón sigue "vivo", latiendo, momentos después de ser extraído del cuerpo inerte. Relacionamos con una metáfora, el cuerpo inerte con el desamor, y el corazón "vivo" late por momentos roto, resquebrajado, ultrajado... sin dolor.
¿Qué es lo que persiste vivo a nuestro corazón? La razón de existir de tus caricias, de tus besos, de la pícara sonrisa, de tu voz al pronunciar un "te quiero", de la locura vivida desde mi cordura, de todo mi sentir, y vivirlo de un instante llenando mi vida entera, batiente sin diques ni diretes...
Qué fácil es entenderse, Qué fácil es hacerles comprender, pero es difícil hacerles ver lo que verdaderamente nos produce dolor, ira, angustia, pereza,... y menos, ser escuchados ante un malestar o grito de dolor, así no ven lo que decimos, por lo tanto intentamos descubrir lo que no sabemos del ser humano porque no nunca es suficiente, es tan complejo, los sentimientos, y su corazón que no es fácil pedir comprensión cuando no te comprenden, y claro está, menos pedir el entendimiento.
Llena de luz tu corazón, emerge ese vigor a los demás, nutre tu energía en ti, y aflora tus sentimientos... no fuerces, vive...
Porque quiero que la luz no tenga tregua de sombras en mi núcleo visceral, que la oscuridad se pierda en la parte de atrás, allí donde refluyen los malos y los terribles.
Buscaré entre tus labios, mis latidos,
dibujando tu sonrisa, en mi corazón, y
así parar la memoria de tu presencia...
Encuentra, busca mi corazón...



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