Loco, un poco.

De madrugada, apoyado en el alféizar de la ventana, viendo pasar trenes y trenes, a veces con ruidos raros, otros más cercanos... Me doy cuenta que estoy metido en una espiral cerrada, cuya entrada me fue fácil y de la que no logro salir. Quizá es que no he encontrado una salida clara, o probablemente no quiera salir, o también me acomodo a la situación.

Sonrío peor que antes, intento buscar entre mi mundo cómo era yo, hace tiempo. He perdido y no me levanto ante esa pérdida, deambulo entre pequeñas nebulosas de las que no hallo respuesta.

Loco estoy, los rumores golpean fuerte en mi pensamiento, haciéndome creer al final que sí estoy de atar.

Los miedos, los temores y verdaderamente una soledad cabrona, acecha fuerte sobretodo cuando en mi adolescencia, en una pelea de patio, una compañera me dejó grabado como un disparo a bocajarro : "te quedarás solo, acuérdate de lo que te digo, estarás solo y serás un triste..." Esas quince palabras quedaron retenidas para siempre, no me vale eso de que las palabras se las lleva el aire... Éstas persisten en mi memoria agarradas con garras afiladas, provocándome convulsiones de ansiedad.

Ese es el miedo, miedo a hacer cosas confusas, sin pesar en las repercusiones que puedan tener... Vago entre los estados más variopintos de mi mente, pasos solitarios con una multitud apresurada, como si fuera el final de una existencia.

Me gustaría tener un déjà vu para poder divisar mi paraíso perdido y unir de nuevo mis ganas de ser yo y mi fuerza de voluntad, mi amor propio del que hace años no veo... Si lo ven ustedes decidle que llevo tiempo mano sobre mano, dejando la vida pasar.

¿Cuántas vueltas tendré que dar para hallarme? Loco estoy, un poco, en el límite de la cordura transitoria de lo vivido sin parecer yo.

Sobre el papel ejerzo de mayor poder, por eso, plasmo en una prolongación de mi voz, una pregunta, ¿A dónde voy?.

La inseguridad ruge en mi interior cada vez más, ocasionando la fragilidad que envuelve mi cuerpo inmenso de hueso grande; por eso, odio "ser especial", esos dos vocablos retumban como la palmadita absurda de lo superior ante lo inferior, y desgraciadamente he tenido que aguantar toda mi vida eso de "ser especial".

¿Hay alguien en este mundo que pueda explicarme que es ser especial? No tengo dos cabezas, ni veintisiete dedos, tampoco respiro por branquias, menos aún coleccionar botones de colores, y por supuesto no me creo el paradigma del mejillón...

Estoy de encierro, de encierro a cal y canto... sin encanto de aficiones extrañas y tragarme la llave hasta hallar respuestas a todo o al menos de lo que me pasa y volver a verme como era antes. YO.

Se admiten respuestas, por favor.